{image}https://cut.org.co/pdf/varios/afichejornada071011.jpg{/image}Bajo la sombra del trabajo precario.
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CONFEDERACIÓN SINDICAL INTERNACIONAL
CSI EnLínea
Los trabajadores se movilizan para exigir empleos decentes – Acciones en 60 países
Bruselas, 7 de octubre (CSI EnLínea): Ante una demanda pública sin precedentes de empleos decentes, y la creciente presión en bancos y el sector financiero, la Jornada Mundial por el Trabajo Decente 2011 que se celebra hoy presenta más de 400 acciones en más de 70 países.
“Más de 200 millones de personas por todo el mundo están desempleadas, según cifras oficiales, y cientos de millones más carecen de un empleo decente y seguro.
“Los derechos de las personas en el trabajo peligran más que nunca, y los Gobiernos carecen de la visión y del compromiso para reparar una economía mundial que está fallando a los trabajadores y trabajadoras”, expresó la Secretaria General de la CSI Sharan Burrow.
Las acciones que se llevarán a cabo en la Jornada Mundial por el Trabajo Decente este año van dirigidas a abordar el “trabajo precario” – la tendencia cada vez mayor hacia empleos informales, temporales e inseguros, a menudo con escasa protección legal. Los jóvenes y las mujeres trabajadores son los que más probabilidades tienen de verse afectados, y sus ingresos y potencial para ganar dinero sufren en consecuencia.
“El trabajo decente – derechos en el trabajo, políticas de creación de empleo, protección social y diálogo social en el que participen sindicatos y empleadores – es decisivo para la recuperación de la economía mundial y la generación de impuestos para que los Gobiernos aborden la situación fiscal.
“Los líderes del G20 van a reunirse pronto en Francia, de modo que esperamos que tomen las medidas necesarias y que abandonen las políticas fallidas que colocan los intereses creados de los bancos y las finanzas por encima de la vida y el sustento de las personas”, dijo Burrow, que hablará en una conferencia especial que se celebra hoy en Ámsterdam para marcar la Jornada Mundial.
Los eventos del día de hoy incluyen unas 50 actividades en Japón, con marchas, conferencias y reuniones de jóvenes en varios países africanos y reuniones y movilizaciones por toda Rusia y Ucrania. Una serie de actividades tendrán lugar en Latinoamérica, entre ellas las iniciativas por parte de los sindicatos de Perú y Chile para conseguir que el Gobierno otorgue el reconocimiento de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
Trabajo Decente: realidad colombiana
El 07 de octubre se celebra “El Día del Trabajo Decente”, concepto que se tomó como discurso universal en el Mundo Sociolaboral a raíz de una resolución de emanada de la 87° Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Juan Somavia, el Director General de la OIT, durante la conferencia de ministros de Trabajo del Grupo de los 8 (G8) reunida en Turín/Italia (2000) expresó… ‘El empleo es el factor clave para resolver los problemas de la pobreza y de la exclusión social’, y añadió que ‘el empleo crea integración social en todas sus formas, puesto que no sólo proporciona ingresos, sino también seguridad, realización personal y autoestima para los trabajadores que están organizados y representados’. Pero también advirtió que el empleo sólo puede desempeñar este papel de catarsis social cuando se dan las condiciones justas, caracterizadas por él, como un «trabajo decente».
Se define el «trabajo decente» como «un trabajo que satisface las aspiraciones fundamentales del individuo, no sólo en cuanto a ingresos, sino también en cuanto a seguridad para él y para su familia, sin discriminación ni imposiciones vejatorias, y que da un trato igual a la mujer y al hombre.»
Ahora bien, en Colombia, todo trabajo que se realice para garantizar las condiciones mínimas de sustentación económica de la persona y su entorno inmediato sin perjuicio ajeno es trabajo decente, por eso ante esta afirmación, invitamos para que comencemos a usar de forma permanente e intensa el concepto de trabajo precario para poner en evidencia que el concepto de sector informal son conceptos generalmente legales, porque los códigos de trabajo las legitiman, como manera de favorecer el enfoque flexibilizador que predomina en la visión empleadora y de una parte de los gobiernos, lo que se contrapone totalmente a la doble bandera clásica de los convenios 87 y 98 sobre libertad de sindical y negociación colectiva.
Precisamente el trabajo precario en Colombia, se caracteriza por : las malas situaciones normativas acumuladas por la combinación de tres elementos: a. una tradición de fuerte regulación restrictiva del derecho colectivo, b. una liberalización de las normas del derecho individual, durante el funesto ciclo de neoliberalismo en varios de nuestros países, y c. una falta de reacción ante las nuevas formas de trabajo, que provoca una situación de incertidumbre y ambigüedad normativa, aprovechada por los empleadores que solamente buscan la maximización de ingresos.
Las formas de tercerización, trabajadores/as de zonas francas, trabajadores/as de telework, trabajadores/as de microempresas, trabajadores/as del hogar y a domicilio, campesinos y pequeños productores rurales. Desde un enfoque transversal, se considera, además de la clásica dupla mujer-joven, las situaciones de desempleo (incluyendo los/as jóvenes que buscan su primer empleo), los/as trabajadores migrantes, los trabajadores de edad (incluyendo los jubilados), los minusválidos. En estas circunstancias es injusto e imposible solicitarle a las personas que cuando logren un empleo en algún sitio a desempeñar un determinado trabajo, exijan de entrada que no sólo se le garantice “ingresos, sino también seguridad, realización personal y autoestima” para ellas y su familia inmediata; es decir la mayoría de la población estadísticamente en edad productiva en Colombia, busca un trabajo sin importarle si “es decente o indecente”, sino que llene sus expectativas para superar la crisis que confronta desde el punto de vista personal; su realidad no le permite en esos momentos requerir de condiciones que para el “común denominador” son garantía de un trabajo digno que llene determinados requisitos, solo requiere en forma urgente sobrevivir a la circunstancia social que confronta mediante un trabajo que contribuya a llevar el pan diario a su hogar.
Reconocemos la buena disposición de la Organización Internacional del Trabajo en la persona de su Director General de buscar que se mejore la situación de los seres humanos en el mundo del trabajo y que se encuentren mejores y más oportunidades de trabajo decente, pero tenemos que asumir que la realidad es otra en nuestro País y que las razones son muchas, algunas de incidencia internacional que no podemos obviar pero otras (las mas) son causadas por las deficientes actuales políticas de Estado en la búsqueda de un verdadero equilibrio socio laboral para que exista un desarrollo sostenible y sustentable económicamente hablando; el alto porcentaje de desempleo, las cooperativas de trabajo asociado, la tercerización y sub empleo, la desaparición de empresas que en el pasado eran fuentes de trabajo para miles de Colombianas y Colombianos ,
y lo mas graves la falta de políticas coherentes y eficientes que garanticen una verdadera calidad de vida para los sectores sociales de menos capacidad adquisitiva económicamente y también para los mal llamados Clase Media Baja, hacen que vivamos una realidad incierta y muy lejana a lo que plantea la OIT. Sabemos que el Sector Tripartito representante de los países cuando asisten a los diferentes escenarios internacionales emiten opiniones y plantean acuerdos que desde el punto de vista institucional se observan muy llamativos y que hacen ver que se pudiesen concretar, pero al llegar al terreno de los acontecimientos pronto se olvidan esos tan interesantes discursos que solo quedan en mera retórica internacional.
Desde la Central Unitaria de Trabajadores CUT y en particular desde la visión de la mujer trabajadora Colombiana, reclamamos mayor coherencia entre el discursos de nuestras representaciones institucionales y el cumplimiento de los hechos, es decir, que el compromiso que se haga fuera del territorio nacional se compagine con los esfuerzos que se hagan para que la población Colombiana tenga una mejor calidad de vida y una forma de lograrlo entre otras no menos importantes es garantizando “una política de pleno empleo”, no de trabajo porque trabajo pasa cada día cualquier persona cuando bajo circunstancias paupérrimas tiene que salir a la calle a “rebuscarse” algo para llevarle el sustento a sus hijos e hijas y que no mueran de indefensión.
Convocamos desde el Departamento de la Mujer CUT, a movilizarnos el 7 de Octubre, ya que la precarización laboral es una pandemia que amenaza extenderse aun más, si no hay reacción de nuestra parte y políticas concretas de los gobiernos para erradicar este flagelo.
LIGIA INES ALZATE ARIAS
Directora Departamento de la Mujer