Este 2013 se contabilizaron cerca de 300 maestros sin carga académica en Bogotá. Una cifra producto de dos factores. La fusión de cursos y el hacinamiento en las aulas hacen que tres grupos de 30 estudiantes se conviertan en dos de 45. Sumado a que los rectores no esperan a constatar cuántos alumnos se matricularán en la institución para decidir qué docentes están sobrando.
Frente a esto, la ADE viene dando una discusión con la Secretaría, donde plantea conveniente no aplicar las políticas del Ministerio de Educación. “Vemos factores que están asociados al número de estudiantes por curso. No bastan más estudios, simplemente lo que se ha dicho internacionalmente y se ha venido planteado es que la disminución de los estudiantes por curso mejoraría la calidad de la educación”, argumenta el Presidente de la ADE, William Agudelo.
En el caso de Bogotá hay grupos de hasta 50 estudiantes y eso ha dificultado la educación en varias instituciones. El esfuerzo por dictar clases a tantos niños, muchos de ellos inquietos, ha mandado a más de un educador a la clínica. Además, que los ubican en salones con una capacidad inferior en tamaño.
Las propuestas de la ADE se resumen en bajar los parámetros. Y al mismo tiempo, citando a su Presidente, en “mantener la matrícula anualmente y cerrar matrículas en marzo para evitar que se generen dificultades en la asignación de estudiantes por curso”. Es decir, hasta tanto no haya seguridad de cuántos maestros se necesitan, las instituciones no pueden declararlos sin carga.