{image}http://eldia.co/images/stories/220811/001.jpg{/image}Al anuncio del Presidente Juan Manuel Santos de generar un revolcón en el sector salud, le siguió la reunión con los principales gremios médicos, fruto de la cual se establecieron tres principios: la salud es un derecho, la salud no es un negocio y el aseguramiento de la población es responsabilidad del Estado, lo que posteriormente fue desarrollando en una amplia entrevista por el Ministro de la Protección Mauricio Santamaría.
A juicio de Yesid Camacho, presidente de ANTHOC, el cambio propuesto por el Gobierno lejos de ser un revolcón representa la continuidad de un modelo que beneficia a los empresarios e intermediarios de la salud, quienes desde el modelo de aseguramiento han hecho de la salud una mercancía.
Dado que el cambio se fundamenta en la ley 1438 de 2011, como lo manifestó el Ministro, el gobierno no necesita expedir nuevas leyes, sino algunos decretos que le permitan hacer realidad sus anuncios, entre los que se destacan el cambio del POS que ya no contendrá los procedimientos, tratamientos y medicamentos sino las patologías o enfermedades, dejando a un lado el método, la calidad y lo apropiado del tratamiento para combatir la enfermedad, resaltó el líder sindical.
La manifestación del presidente que la salud es un derecho, no representa ganancia alguna, pues además de estar contemplado en la Constitución Nacional, fue ratificado por la Corte Constitucional en la sentencia T-760 de 2008, como respuesta a las recurrentes irregularidades en el sector salud, a lo que la respuesta del Gobierno en el Proyecto de Ley Estatutaria ha sido limitarlo y no desarrollarlo, como incluso lo afirmo el Ministro.
Por último, Camacho denunció la forma en que desde la presidencia se esta llevando a cabo la reforma del sector, en una clara exclusión de los sectores sociales, políticos y ciudadanos que no solo han estado presentes en la lucha por el derecho fundamental, sino que tienen sendas propuestas para lograr el beneficio poblacional. El gobierno se ha limitado a “conciliar con un pequeño sector de la población”, las sociedades científicas, cuya opinión si bien es importante, no es la única que debe ser recogida por el mandatario, ni siquiera representan al conjunto de profesionales de la salud, recalco Camacho.