{image}http://www.eldia.co/images/stories/170212/001.jpg{/image}Autoridades hondureñas anunciaron este viernes que la cifra de reos muertos por el incendio registrado en la Granja Penal de Comayagua (centro) subió a 356 tras confirmarse la muerte de un hombre de 31 años en el Hospital Escuela de Tegucigalpa (capital).
En conversaciones con el director del centro asistencial hondureño, se conoció que otro privado de libertad de 24 años en estado grave podría sumarse al número de víctimas fatales en las próximas horas, según reportó el colaborador de teleSUR en Honduras, Dassaev Aguilar.
También señaló que en «la morgue capitalina nos han confimado que hay diez cuerpos más que se han entregado a sus familiares para que puedan ser enterrados en las distintas localidades del territorio nacional», detalló.
Entre tanto, centenares de familiares de los reos muertos permanecen a las afueras de la morgue de Tegucigalpa a la espera de recibir noticias de sus parientes.
La colaboradora de Fiscales, Danelia Ferrera, acotó que «se está trabajando en otro grupo de cadáveres que tienen posibles identificaciones por varias características que se han podido recabar de los familiares. Sobre este tema Medicina Forense planteó seguir entregando cuerpos la noche de hoy (viernes) y diseñar un esquema de trabajo para poder ampliar la labor de identificación», comentó.
En ese sentido, el colaborador Aguilar señaló que continúan trabajando expertos chilenos y de la Cruz Roja Internacional en la identificación de los cadáveres presentes en la morgue, al tiempo que agregó que están a la espera de que la llegada de un grupo técnico en medicina forense procedentes de Argentina y otro de Venezuela.
El Gobierno francés envió 600 litros de suero y analgésicos para asistir a los heridos. Los expertos utilizan registros dentales y huellas dactilares para descifrar la identidad de los fallecidos.
El presidente Porfirio Lobo anunció ante el país que solicitará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos «que se le permita al Estado hondureño llegar a un acuerdo amistoso con los familiares de las víctimas para evitar un ‘proceso tortuoso y muy largo'» en la identificación de los suyos.