Luis Fernando Loaiza, director del Departamento de Educación
Bogotá, 26 de junio de 2019
La presencia de las diferentes organizaciones sociales y populares en foros, asambleas y en multitudinarias movilizaciones como las del 25 de abril y el Primero de Mayo, es una muestra de que hemos venido trabajando en la construcción de un proceso de organización y avance en el despliegue de la unidad de acción para la lucha y la movilización en el departamento. Al respecto saludamos la creación de la Coordinadora de Organizaciones Sociales y Políticas COS en la región como una exitosa experiencia de unidad en Antioquia.
Ello avizora una mayor capacidad para enfrentar las políticas del régimen y del gobierno de Iván Duque, que son contrarias a los intereses del conjunto de la población, toda vez que van en detrimento de las condiciones de vida del pueblo antioqueño, para favorecer los apetitos comerciales de la burguesía colombiana y del imperialismo, especialmente el norteamericano.
Cabe anotar que es muy grave la problemática que padecen los trabajadores y los demás habitantes de nuestro departamento, y merecen el mayor esfuerzo de nuestra parte, en la vía de consolidar la unidad, la movilización, la organización para la lucha popular y social.
Antioquia es el fortín por excelencia de las fuerzas más reaccionarias y antidemocráticas que ha conocido jamás este país: por lo tanto es el laboratorio en el cual se han desarrollado los proyectos neoliberales que acabaron con las empresas, los planes de contrainsurgencia, de la política minero energética, la cooptación de organizaciones y dirigentes sindicales y sociales, la degradación del medio ambiente, el desempleo y el rebusque, la informalidad laboral, la pauperización de las masas, y a la par es un departamento que viene siendo golpeado por los asesinatos de líderes sociales, la criminalización y penalización de la protesta, la corrupción, la degradación de la justicia, el incumplimiento de los acuerdos con las organizaciones sindicales y sociales como el magisterio, los campesinos, los trabajadores de la salud, los estudiantes y los indígenas.
Nos hemos planteado siempre la defensa del patrimonio público, pero cada vez el gobierno y el régimen abren más caminos para la privatización, o en su defecto, la colocación de las empresas de carácter público al servicio del capital privado.
Exigimos que tanto el gobierno como Empresas Públicas de Medellín nos digan con certeza científica si es viable o no el proyecto Hidroituango, un tema que nos compete a todos; defendemos la tierra para las comunidades, y que se les indemnice y se les repare integralmente por los daños sufridos en la construcción de la mega represa. En ese contexto, no aceptamos desde ningún punto de vista, que los trabajadores de EPM o la población tengamos que pagar el costo de la obra, mediante la subasta de EPM, los despidos que ya vienen concretándose, o el alza en las tarifas de los servicios públicos. Tampoco aceptamos que el debate por la alcaldía de Medellín no consulte el tema Hidroituango.
Sectores políticos contrarios a los intereses de los trabajadores y el pueblo, quieren apoderarse de la ciudad y del departamento, como si no hubieran estado empotrados ya suficiente tiempo en el poder. Ya tenemos muchas experiencias con ellos: no sólo la represión abierta, sino la escisión de EPM, la politiquería descarada, la invisibilización de las fuerzas democráticas, entre otros. En estas elecciones diremos basta¡ y convocaremos al pueblo antioqueño a apoyar a los candidatos consecuentes y de izquierda, que representen los intereses de los marginados.
Ante el peligro de un golpe de Estado fascista, y el desconocimiento de la Constitución, llamamos a los trabajadores, a todos los demócratas y a las organizaciones de izquierda a declararse en alerta máxima para preservar las fuerzas y a observar con detenimiento el cambio de la coyuntura en el país. Algunos de los elementos a tener en cuenta son el altísimo desprestigio de este presidente, que hoy alcanza un 60% de impopularidad, la renuncia de altos funcionarios del Estado, las objeciones a la JEP, la liberación y recaptura de Jesús Santrich, con la consiguiente violación de los acuerdos de La Habana, el aumento de los asesinatos de los líderes sociales, y la cada vez mayor injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Colombia. Ha nacido una alianza de sectores del gobierno con la potencia extranjera, en detrimento de la institucionalidad, de las Cortes y del propio Congreso.
Existen fuertes contradicciones en el poder justamente por el avance de las fuerzas de izquierda y por la movilización popular en contra del Plan de Desarrollo, entre otros, movilización que debe profundizarse en la búsqueda, hoy más que nunca, de la conformación del Movimiento de Oposición al Régimen, o en últimas, de un gran frente antifascista.
Ante la realización de la cumbre de la OEA en Medellín del 26 al 28 de junio, para fortalecer la presencia de Estados Unidos en la región y la propuesta de guerra contra la hermana República Bolivariana de Venezuela, así como del fortalecimiento del bloqueo contra Cuba y otros países hermanos, apoyamos la Jornada Internacional por la Soberanía e Integración de los Pueblos, como una expresión auténtica de las fuerzas democráticas, en la vía de desenmascarar tal organismo multilateral y el Grupo de Lima, y lograr avances significativos en la lucha por la autodeterminación de los pueblos, por la defensa del medio ambiente, y por los derechos económicos, sociales, políticos y culturales de toda nuestra América.
Así mismo, nos encaminamos a conmemorar los 200 años de la independencia, de la campaña libertadora de Simón Bolívar por toda América. Este aniversario es para volver a andar los pasos de nuestro gran héroe latinoamericano.
No nos queda sino luchar unidos y vencer ¡