La celebración del nuevo año Andino-amazónico inició con una conferencia del profesor Julio Bonilla, organizada por el Parlamento Andino en conjunto con la Embajada de Bolivia el pasado 20 de junio. Luego, continuó el jueves 21 de junio; esta fecha tiene un significado especial para el pueblo boliviano, no sólo por el inicio de la época de siembra sino por su origen ancestral. De hecho, el año 5.520 resulta de la suma de los 5.000 años de vigencia de los pueblos andinos y el tiempo transcurrido desde la llegada de Cristóbal Colón (1492), descubridor de América. Es una ceremonia sagrada de agradecimiento a la Pacha (vida) por lo que proporciona durante el año.
Música, cantos y manifestaciones culturales fueron interpretados por la comunidad indígena Intillay-Zhisua congregada en la Plaza de Bolívar de Bogotá, acompañada por la comunidad Zampoñas urbanas y los pueblos Misak (Guambiano), Yanacoa, Pastos, Nasa y Kankuamo. La Parlamentaria Andina, Gloria Flórez, expuso la importancia de esta celebración: “Nos permitió conocer, a todos los allí presentes, esa gran sabiduría astronómica de los pueblos de nuestras Américas y cómo la hipótesis que manejan nuestros científicos dicen que la Plaza de Bolívar ha sido desde el pasado un sitio astronómico del pueblo Muisca”.
La celebración consiste en una ofrenda a base de frutos, flores y plantas aromáticas para agradecer el retorno del Padre Sol, reafirmando la relación íntima del ser humano con la naturaleza y el cosmos en una actitud de respeto y gratitud.