Portafolio, DICIEMBRE 06 DE 2016
El aumento del salario mínimo para el 2017 debe ser 14%. Esta cifra parte de lo que señalan las normas, las cuales dicen que se debe tener en cuenta la inflación, la productividad del trabajo y la contribución de los trabajadores al producto nacional. Con información de la inflación a octubre del 2016, la cifra propuesta resulta de: un aumento de la inflación anual de 6,69% para ingresos bajos; la pérdida de 0,26% del poder adquisitivo en el aumento del salario mínimo este año; en el 2015 quedaron debiendo al aumento 1,4% por concepto de la productividad.
El argumento del gobierno y aceptado por los empresarios fue que la productividad tuvo un crecimiento negativo de 0,5% en el 2015. Eso no es cierto: la productividad tuvo un crecimiento de 0,9%. La diferencia no es menor porque entre – 0,5% y + 0,9% hay una diferencia de 1,4 puntos porcentuales; los 5,65% restantes para llegar al 14% propuesto, recoge la recuperación de una parte de la deuda histórica de lo perdido por los trabajadores en el ajuste del mínimo, como se explica a continuación.
Desde que se negocia el salario mínimo en el marco de la Comisión de Concertación (Ley 278 de 1996) se ha tomado la productividad total de los factores como medida de la productividad. Tomar esta variable en lugar del producto por trabajador (productividad media), que es lo que el Ministerio de Trabajo señala que se debe hacer, ha hecho que el salario mínimo se rezague. Si se toma el dato a partir del 2003, se encuentra que en el 2015 se había acumulado un recorte de 14,5% por este concepto en el aumento.
La remuneración a los asalariados durante el siglo XXI ha perdido 4,5 puntos porcentuales en la participación en el PIB. De hecho, el aumento del 14% se queda corto porque al incorporar 5,65% de aumento en el salario por este concepto, se recupera solo una décima parte.
Es una paradoja: los trabajadores aportan más producto y cada vez reciben menos. El capital transnacional se queda con la tajada que pierden los trabajadores, recibe más de la riqueza del país y se la lleva al exterior. Esto se visualiza si al PIB de un año, se le resta la transferencia de ingresos al exterior que hace dicho capital, principalmente por el pago de intereses de la deuda y las utilidades que giran las multinacionales hacia el exterior, con lo cual se obtiene el PNB (Producto Nacional Bruto). Este está disminuyendo.
Los colombianos cada vez recibimos menos. La economía nacional se está dirigiendo hacia una crisis y la única salida es el fortalecimiento del ingreso de los trabajadores a través de la defensa de su salario.
La crisis se expresa en el aumento del costo de la vida (no se va a cumplir la meta del 3% de inflación), el desplome del peso colombiano frente al dólar, que ha perdido más del 60% de su valor, y una balanza de pagos que se sitúa en un terreno altamente negativo, cuyo deterioro va más allá de la caída de los precios del petróleo. Un aumento del 14% del SMLV se hace necesario para el 2017.
Luis Alejandro Pedraza Becerra
Presidente de la CUT