Los pobladores demandan mejores condiciones de salud y mayor cantidad de médicos, subsidios a la energía eléctrica, el pago de la deuda del Estado con la comunidad y recursos permanentes por los daños sociales y medioambientales que padece la ciudad, entre otras peticiones.
En declaraciones a Radio Biobío, San Román denunció una intensa represión por parte de las fuerzas especiales de la Policía de Carabineros, desplegadas en varios sectores de la localidad escenario de la movilización popular, iniciada en la madrugada del jueves.
El alcalde dijo que los uniformados lanzaron gases lacrimógenos frente a su casa, en un sector residencial, donde muchos niños aún dormían en las viviendas, y calificó de desmedido el uso de la fuerza.
San Román, de 28 años de edad y electo en los comicios municipales de octubre pasado, aseguró que las manifestaciones se mantendrán hasta que la población reciba una respuesta de las autoridades.
Exigen la presencia de los ministros de Salud, Jaime Mañalich, de Transporte, Pablo Errázuriz, y de Energía, Jorge Bunster.
«Hemos quedado postergados y nos sentimos abandonados históricamente por todos los Gobiernos», señaló el alcalde en un comunicado hecho público la víspera, al inicio de las protestas.
En la ciudad, que se ubica a mil 600 kilómetros al norte de Santiago de Chile, existen dos centrales termoeléctricas que abastecen de energía a la industria minera de la región.
Los pobladores aseguran que por las actividades de esas plantas ellos pagan altos costos de salud y medioambientales.
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