Todo inicia porque el rector anterior fue denunciado por presunto mal manejo de los recursos por concepto de gratuidad asignados a la institución. Además, por la investigación en la compra de un lote por 80 millones de pesos, y al día de hoy no aparecen ni el lote ni los recursos. Estas denuncias terminaron en el traslado de este directivo, entonces, la administración municipal nombró en su reemplazo a otra rectora, pero la comunidad educativa se ha negado a recibirla.
Al parecer, en represalia por estas denuncias, los docentes vienen siendo atropellados, amedrantados y sancionados de manera irregular, tanto por la rectora impuesta como por la administración municipal y la Secretaría de Educación. Con la resolución 0688 del 15 julio de 2013, la entidad territorial autorizó el descuento de 3 (tres) días de salario a 71 maestros muy a pesar de que los docentes en los días 29 y 30 de mayo del presente año realizaron actividades académicas, y el 31 del mismo mes, sostuvieron una reunión con el secretario de educación municipal en las instalaciones de la alcaldía.
Como consecuencia, los estudiantes y los maestros hicieron una manifestación, donde dicen que la administración municipal está “enterrando al colegio”. Ellos argumentan que la nueva rectora tiene una tendencia al autoritarismo y que no están dispuestos a trabajar con ella, porque tendrían que mantenerse a la defensiva ante sus mandatos.
La Asociación de Educadores de La Guajira (Asodegua) ha funcionado como intermediaria en la problemática, buscando una salida viable para que “retorne la paz a la institución educativa y poder continuar el proceso educativo”.
El mayor obstáculo es que la administración dice que no puede echar hacia atrás un decreto. Ante esto, Asodegua plantea como salida el nombramiento de un tercero mientras el concurso de ingreso a la carrera docente, realizado el 28 de julio, arroja quién es el ganador del cargo; que “entienda que la indignación que tienen los maestros debemos convertirla en una propuesta que conduzca al equilibrio”.
El San José es considerado un patrimonio de Maicao, con jornada nocturna y sabatina. Se estima que unos 1.200 estudiantes y padres de familia acompañan la protesta y, aunque permiten la entrada de personal, no aceptan que se den las clases.