{image}http://eldia.co/images/stories/130312/006.jpg{/image}El 20 de marzo se conmemoraron 10 años del asesinato de Rafael Jaimes Torra, un hombre reconocido porque “murió dignamente, defendiendo las banderas del sindicalismo colombiano y defendiendo los derechos de las clases trabajadoras”.
Esas palabras las usó Moisés Barón, Secretario de Organización de la USO, para definir al líder de la Unión Sindical Obrera asesinado el 20 de marzo de 2002. En recuerdo de Jaimes Torra, a las puertas de la refinería de Ecopetrol de Barrancabermeja, se develó el martes un busto y una placa conmemorativa. Sus compañeros de lucha, amigos, la comunidad del municipio y su familia realizaron una marcha desde el Parque Camilo Torres hasta el lugar donde fue acribillado; allí se llevó a cabo un acto político y una ofrenda floral. El 21 de marzo, desde las 5:00 de la tarde, investigadores de la UIS presentaron en un foro una recopilación en su memoria.
El simbolismo de estos actos es profundo para los líderes de la USO, “para que el pueblo nunca olvide este crimen de lesa humanidad y para que la Unión Obrera pueda empezar a repararse colectivamente desde el punto de vista moral. Este proyecto que ‘Rafa’ enarboló sigue más que vigente”, indicó Moisés Barón.
Es de recordar que Rafael Jaimes Torra fue asesinado justo después de presidir una ponencia magistral en el foro nacional ‘Blanco y Negro’ en Barrancabermeja, donde expresó la inconveniencia de que Ecopetrol abandonara la prestación directa de los servicios, y que la industria petrolera estaba tomando un mal camino siguiendo la tercerización como una forma de explotación y sobrexplotación de los obreros. Un mensaje que tuvo bastante acogida entre sus compañeros, pero causó el repudio de funcionarios del Estado, de la administración de Ecopetrol y, sobre todo, de los directivos de la empresa Marped.