6 de Junio de 2018
La CSA, ante las elecciones presidenciales de Colombia, considera que es un momento fundamental puesto que se definirá entre la continuidad del ya precario proceso de paz y la posibilidad de que el país vuelva a un escenario de radicalización del enfrentamiento que ya costó millares de muertes, destrucción y atraso en Colombia
La Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA), ante las elecciones presidenciales de Colombia el próximo día 27 de junio, considera que es un momento fundamental, no solo para el pueblo colombiano, sino para toda América Latina, puesto que se definirá entre la continuidad del ya precario proceso de paz y la posibilidad de que el país vuelva a un escenario de radicalización del enfrentamiento que ya costó millares de muertes, destrucción y atraso en Colombia.
Por otro lado, vemos en varios países de ALC, los efectos de las políticas neoliberales para el conjunto de los trabajadores/as y el pueblo, y en Colombia no es diferente. En esta elección, la candidatura conservadora y de derecha intentará profundizar el modelo neoliberal a expensas de los/as trabajadores/as, para la CSA es fundamental derrotar a la derecha y votar por el candidato que representa la paz y el programa democrático.
Para el movimiento sindical de las Américas el acto electoral en Colombia representará un momento culminante en la dinámica de implantación de proyectos políticos y económicos conservadores y antipopulares en la región. Iván Duque es heredero de la agenda reaccionaria.
En tal sentido, y respetando otras posiciones alternativas en esta elección, expresamos nuestro respaldo a la fórmula que representan Gustavo Petro y Angela María Robledo y aspiramos que el pueblo colombiano pueda ejercer su voto con plenas garantías, respaldando un proyecto político y social en favor de las mayorías excluidas, por la consolidación de la paz y del desarrollo sustentable para Colombia.
La autonomía e independencia frente a los gobiernos son principios que nos orientan. Sin embargo, el sindicalismo no es indiferente frente a los proyectos políticos en disputa en cualquier país, menos aun si el riesgo para la perdida de derechos y la profundización de la exclusión y la pobreza es una posibilidad concreta.