{image}http://eldia.co/images/stories/230312/005.jpg{/image}El Gobierno Nacional se vanaglorió esta semana porque las cifras marcaron que Colombia consiguió un crecimiento en la económica del 5.9%. La cifra es real, pero el mismo informe plantea que las razones de ese crecimiento son nocivas para el pueblo colombiano.
El mismo presidente Juan Manuel Santos salió a sostener que este aumento se debía en gran parte al aporte de la locomotora de la minería. La Unión Nacional de Empleados Bancarios revisó en detalle el informe de PIB del país, presentado por el DANE, y anota que el verdadero aporte de este sector sólo llega a un 15%, por lo tanto, hay un 85% que desdeña el gobierno para hacer defensa de una de sus banderas promocionales, tanto en campaña como en el Plan de Desarrollo.
Es de resaltar que esa locomotora ha despertado un repudio generalizado en el país y ahora el presidente necesita justificar su ejecución. Esta preocupación del país es válida, si consideramos, de acuerdo a la Uneb, que la minería genera muy poco empleo, además de empleo de poca calidad con malos sueldos y no a término fijo; pero, sobre todo, tiene impactos negativos en el medio ambiente.
El 85% que sí fundamenta la economía nacional se concentra en el sector servicios, que incluye entre otros, transporte, comunicaciones, servicios financieros y servicios personales. Este es uno de los sectores que genera la mayor parte del empleo en Colombia. Entonces, debería entenderse que el principal pilar del PIB es la demanda originada en el consumo de hogares al debe. El mismo informe lo sustenta.
Otro aspecto que mueve el mercado es el crecimiento de las importaciones. Pero esto tampoco es positivo, porque se ha abaratado el costo de vida en virtud de la revaluación del peso. Es decir, el gobierno piensa más o menos así: “como hay un peso fuerte podemos importar alimentación que controle la inflación”, pero esto hace disparar las importaciones y la plata se va del país.
Ahora bien, la Uneb desmiente al presidente y a los medios de comunicación en el sentido de que el colombiano es uno de los crecimientos más disparados del mundo. Perú muestra mejores índices o sectores del nordeste de Brasil llegan a un 18%; aquí nos alegramos con un ínfimo 5%.
En esta cortina de humo hecha con números, lo que el gobierno Santos pretende ocultar es que el crecimiento del PIB se da con unas escandalosas cifras de desigualdad social, de acumulación de la riqueza en pocas manos, de degradación del medio ambiente y, sobre todo, de explotación indiscriminada de la naturaleza. Una de las cosas que el informe indica es que en agricultura han caído los cultivos tradiciones, como el café, pero se han incremento la extracción de madera y la silvicultura que equivalen a arrasamientos de los recursos naturales sin posibilidad de recuperación.