{image}http://eldia.co/images/stories/300811/006.jpg{/image}Pese a que las cifras oficiales el departamento de Boyacá presenta un promedio de desempleo menor al del resto del país, la cifra de desocupados es del 10% , es decir, cerca de 50.000 desempleados, mientras que cerca del 60% de la fuerza laboral ocupada lo hace en el sector informal.
El “rebusque” de los trabajadores boyacenses, es acompañado por la no afiliación a servicios de salud y seguridad social, lo cual incrementa la vulnerabilidad de los informales en materia de protección social. De su parte, los empleados se encuentran en trabajos que no cuentan con una remuneración acorde al nivel de estudios exigido, o las funciones desempeñadas, declaró Gustavo Rodríguez, presidente de la seccional Boyacá de la CUT.
El sector minero en el departamento presenta serias irregularidades, ya que los empresarios no solo evaden la normativa que busca la salvaguarda del medio ambiente, sino que exigen que los empleados trabajen extensas jornadas con baja remuneración, sin implementar las medidas de seguridad industrial exigidas y sin garantizar la afiliación al sistema de seguridad social.
Dado que desde CORPOBOYACA y otras entidades veedoras del departamento se ordenó el cierre de las explotaciones mineras ubicadas cerca de los acueductos, los empresarios no tuvieron empacho alguno en desplazar su accionar a las zonas de paramo, particularmente en el Tasco y en el sector de Socotá y Jericó. El daño no se presenta ya en las aguas corrientes, sino en los nacederos mismos del líquido vital, ocasionando un daño irreversible que afecta a los habitantes de la zona y a amplias regiones del país que reciben desde allí el líquido. Como ocurre en esos casos el accionar irresponsable y abusivo de los empresarios es acompañado de amenazas contra los dirigentes de los acueductos veredales y contra los habitantes de la región que se atreven a reclamar por el daño ocasionado por la minería, denunció Rodríguez.
Por último, el presidente de la seccional llamo a la sociedad colombiana a que reconozca y se abandere de la lucha ambiental contra los empresarios mineros, pues lo que esta en juego es la salvaguarda del hábitat y la sobrevivencia de la especie humana. También se llama a las autoridades competentes a que asuman su papel de protección de la naturaleza, pues no es posible que bajo la defensa del espíritu emprendedor de los empresarios, y de la generación de algunos empleos, se permita la aniquilación de líderes sociales y del medio ambiente.