Bogotá, 8 de Febrero de 2015
Agencia de Información Laboral.
Un viejo reclamo que reiteradamente el sindicato Sindesena y la CUT le han hecho al Gobierno con respecto al SENA, es terminar, o por lo menos disminuir, la alta tasa de tercerización laboral en esta entidad, en concordancia con la jurisprudencia de la Corte Constitucional que ordena que los funcionarios estatales que realicen labores misionales permanentes en una entidad, deben ser vinculados directamente a su planta de personal.
Y en concordancia también con la propia naturaleza del SENA, una entidad que depende directamente del Ministerio de Trabajo, que capacita y educa a los trabajadores, y por lo mismo debe garantizar los preceptos del Trabajo Decente, pues las condiciones laborales de los instructores tercerizados son muy precarias comparadas con las que tienen los de planta.
Pues bien, el Consejo Directivo del SENA aprobó recientemente la formalización de 3 mil cargos (2.100 para instructores y 900 para personal de apoyo académico). Los primeros mil se vincularán este año, otros mil en 2016 y el resto en 2017. Además, se autorizó crear 800 cargos más para proyectos especiales, pero de manera temporal, hasta diciembre de 2016, cargos que tendrán un régimen prestacional y salarial igual al de los instructores de planta.
Es una buena noticia por cuanto el SENA es una de las entidades estatales que más abusa de la contratación tercerizada. El año 2014 lo terminó con 27.750 contratistas (17.000 son instructores), y de ellos 15.179 fueron recurrentes, es decir, se mantuvieron durante todo el año. Esto en contraste con los 3.714 instructores con vinculación directa, situación que tiene repercusiones negativas para la institución en cuanto a la pertinencia del personal, la calidad de la instrucción que ofrece, y el fomento de prácticas clientelistas y politiqueras.
Y no es una situación nueva. Desde hace más de 20 años la planta de personal del SENA nunca ha superado los 7.000 cargos, entre administrativas, instructores y trabajadores oficiales, cuando un reciente estudio realizado por la ESAP determinó la entidad requiere para funcionar 30.660 cargos, de los cuales 19.793 serían misionales y 10.967 en funciones administrativas.
Se recuerda que durante la presidencia de Andrés Pastrana se suprimieron 1.171 cargos, y de esos 970 fueron instructores. A partir de allí la planta se congeló y se empezó a recurrir a los contratistas, entre otras cosas para rebajar costos: con lo que se paga un funcionario de planta se pagan tres contratistas. Es por eso que hoy hay instructores que llevan hasta 15 años bajo la modalidad de contratistas.
“Nos complace que se inicie el proceso de formalización, aunque no en la proporción que se requiere”, dijo Aleida Murillo G., presidenta de Sindesena, quien dejó en claro que solo se formalizará el 10% de los contratistas, pero aun así lo reclama como un triunfo de la CUT y Sindesena, fruto de múltiples solicitudes, movilizaciones y demandas jurídicas y ante los entes de control. Precisamente la Contraloría ha mostrado su preocupación por los fallos judiciales
que han salido a favor de instructores contratistas, obligando al SENA a pagarles las prestaciones de ley porque han demostrado tener el llamado “contrato realidad”.
En el SENA hay 5 sindicatos. Uno es Sintrasena, de trabajadores oficiales, con 55 años de existencia; y 4 sindicatos de empleados públicos, de los cuales el mayoritario e histórico es Sindesena, que tiene 43 años de creado y agremia a 2.600 funcionarios, de un total de 6.900 que hoy tiene la institución con contrato directo, entre instructores y administrativos.
La CUT por su parte, en un comunicado, calificó la formalización de los 3 mil contratistas como un gran progreso, así todavía quede mucho por resolver y avanzar en aras de formalizar la contratación en el ente estatal. “Llamamos a seguir demando y exigiendo del gobierno y el SENA una completa formalización, que redunde en la pertinencia y calidad de la formación profesional”, señala.
Condiciones laborales de los contratistas
Como quedó dicho atrás, prácticamente toda la instrucción en el SENA está en manos de contratistas, que hacen exactamente lo mismo que los funcionarios de planta pero sometidos a toda suerte de explotación, maltrato y rotaciones permanentes, las cuales, según la presidenta de Sindesena, tienen un móvil politiquero muy fuerte.
A los contratistas no se les reconocen plenamente sus derechos laborales. Devengan un salario integral, sin las prestaciones de ley que tienen los funcionarios de planta. Éstos tienen una carga laboral de 32 horas, mientras los contratistas deben cumplir jornadas más extensas, devengando un salario mucho menor. Además no tienen tiempo ni disposición para estudiar y prepararse, y tampoco gozan de representación sindical. Su inestabilidad laboral (contratos de muy poca duración) les restringe este derecho y el de negociación colectiva.
El año pasado, cuando en la dirección de la entidad estuvo la hoy Ministra de Educación, Gina Parody, la orientación eran contratos de 6 meses. Ahora son contratos a un año, pero en algunas partes éstos han seguido de 6 meses. Lo más grave es que esta inestabilidad laboral está asociada al clientelismo político. Según Sindesena, en periodos de elecciones se presentan muchos casos, denunciados, de instructores a quienes se les condiciona su continuidad en la entidad si garantizan un determinado número de votos para sus “padrinos” políticos. De esa manera los contratistas de convierten en un batallón de respaldo a la institución, pues si no lo hacen pueden perder su puesto de trabajo.
Todo lo anterior: alta precariedad laboral y rotación de instructores, impacta negativamente la calidad de la educación del SENA. “Hay instructores que son excelentes, pero viendo la inestabilidad y que los salarios no son atractivos, optan por retirarse, con lo cual la entidad pierde todo lo que gastó en capacitar ese personal, que en ocasiones incluye misiones a otros países”, anota Aleida Murillo.
Explicó que desde el 2008 los estatutos de Sindesena permiten la afiliación de contratistas, pero con toda suerte de restricciones en la práctica. “La entidad no permite hacer los descuentos de la cuota sindical y hay una gran estigmatización hacia el sindicato, de modo que los contratistas prefieren no acercarse a nosotros para que no los señalen”, dijo Murillo.
Agregó que la exigencia de la formalización la incluirá el sindicato en la negociación colectiva que espera iniciar con el SENA la primera semana de marzo, puesto que la formalización de 3 mil cargos no resuelve el problema de la tercerización en la entidad, que calificó de “dramático”. Recordó que el pliego de peticiones que el año pasado le presentaron a la administración de Gina Parody, ni siquiera fue considerado, fue imposible la negociación.
quisiera saber cuantos instructores y aprendices sena hay en colombia