{image}http://eldia.co/images/stories/150212/004.jpg{/image}Son varias las conclusiones arrojadas tras la transacción entre el grupo Sarmiento Angulo y el grupo Planeta de España alrededor de la propiedad accionaria del periódico El Tiempo. La principal preocupación para el país debería ser dónde queda la objetividad del diario más grande de Colombia.
La Unión Nacional de Empleados Bancarios (Uneb) explicó que esta es una transacción derivada por el sobreendeudamiento de Planeta, al cual no le va muy bien económicamente en España. El grupo había comprado en Colombia con la mira puesta en un tercer canal. Estuvo pujando por este durante un buen tiempo, la última esperanza la perdió el martes pasado cuando el Consejo de Estado dictó una sentencia donde colocó en ceros la convocatoria y afirma que debe haber una competencia igual en el número de oferentes.
Hay dos curiosidades intrínsecas en este proceso, la primera, el grupo Planeta prácticamente había manipulado el proceso para asegurarse ser el único comprador del tercer canal y, la segunda, vende El Tiempo el sábado, tres días antes del pronunciamiento de la Corte, lo que apunta a que la sentencia ya era de conocimiento del grupo.
Pero la Uneb añade más en el análisis de esta hoguera financiera. Es de conocimiento público que la actual congestión judicial, que la rama no sabe cómo desatascar, es ocasionada por el sinnúmero de procesos que el sector financiero tiene sobre una gran cantidad de colombianos que están colgados con sus créditos en el sector; y se sabe también que entre 1.4 y 1.8 millones de procesos que hay contra deudores del sector financiero corresponden al grupo Sarmiento Angulo. Algunos medios de comunicación nacionales han destapado el interés del grupo accionario en manipular el caudal de información diaria hacia la protección de sus ambiciones económicas.
La pregunta obvia es ¿cuál es el tipo de información que se va a manejar en Colombia a partir de ahora? Teniendo en cuenta que el principal grupo económico del país controla el principal medio de comunicación, quizás no el mejor pero sí el más consumido, y además va por el tercer canal; Caracol Radio está en manos de Santo Domingo; la cadena Caracol con Prisa; RCN y Cable Noticias, Ardila Lule, que se distinguen por una clara marca ideología y una puesta claramente conservadora.
El Tiempo se ha labrado un público y tiene un espacio en la ideología colectiva colombiana. Con este haber, se presenta bastante oscuro el horizonte noticioso en manos de un grupo financiero que es capaz de bloquear el acceso judicial, que posee unas ramificaciones fuertes en diferentes áreas y que aumenta su potencial para impactar en la política utilizando la información.