{image}http://eldia.com.co/images/M_images/001.jpg{/image}El fin de semana pasado se llevó a cabo las elecciones atípicas para gobernación en el departamento del Huila.
Luego de que la gobernadora Cielo González Villa fuera destituida por 3 años por diversas irregularidades durante su administración al frente de la alcaldía de Neiva. Para enfrentarse por la gobernación sólo había un candidato Mauricio Iriarte quien es apoyado por los partidos tradicionales y con la pasada gobernadora, aunque el por todos los medio lo quiera ocultar, extrañamente el contendor a la maquinaria política fue el voto en blanco un llamado a indignación por el saqueo del los recursos naturales que impulsaron las organizaciones sociales que lideran las resistencias.
El Huila es un departamento que en los últimos años ha vivido en una constante resistencia a causa de los megaproyectos pero además por las políticas regresivas aprobadas desde el gobierno central. Los campesinos, pescadores y estudiantes del departamento se han unificado para contrarrestar y detener las acciones de la empresa española Emgesa que pretende construir la hidroeléctrica El Quimbo la cual inundará cerca de 8.500 hectáreas de las tierras más productivas del departamento. Ni que decir también de la lucha incesante que libraron los cafeteros durante el pasado paro, un verdadero estandarte en la lucha campesina en Colombia.
Pero volviendo a las elecciones, parece que la campaña a Iriarte le salió cara, pues en municipios como Garzón el joven líder liberal entregó puerta a puerta un trozo del ponqué a todos los habitantes con una tarjeta que invitaba a votar por él, a pesar de estas artimañas en este municipio Iriarte solo le ganó al voto en blanco por menos de 200 votos.
Es difícil romper las tradiciones y el poder económico a pesar de esto las organizaciones sociales que promovieron la propuesta del voto en blanco están felices, por un lado porque demostraron que la conciencia de los huilenses expresa un cambio y quieren un cambio de gobierno, a así lo mostraron las cifras un 70% de abstención, cerca de 80 mil votos en blanco son la muestra más clara del cansancio del departamento con la política tradicional y corrupta. Pero además demostraron que se puede hacer poder contra hegemónico, mientras Iriarte repartía lechona, tamales y ponqué a diestra y siniestra por todos los pueblos la única herramienta que tenían lo impulsores era media hoja de papel en el que se expresaba brevemente porque se debería votar en blanco, pero había que tener cuidado porque si la policía te encontraba apoyando al voto en blanco te decomisaban el material y te llevaban preso por 24 horas, debido a que la mesa de unidad región que apoyaba a Iriarte presionó al Consejo Nacional Electoral para no permitir bajo ninguna circunstancia que se impulsará el voto en blanco. En las emisoras las palabras Voto en blanco fueron vetadas lo único que se escuchaba eran las palabras de Iriarte comprometiéndose a seguir entregando la región a las multinacionales.
Creo que Latinoamérica debe mirar de cerca lo que hoy se gesta en el Huila, la autodeterminación de los territorios controlados y manejados por las comunidades, Emgesa y el gobierno nacional se enfrenta a un león que no esta dormido por el contrario sólo prepara su emboscada para defender su territorio.