Bruselas, 22 de mayo de 2017 (CSI EnLínea):
El Grupo Laboral 20 (L20) ha acogido favorablemente que los Ministros de Trabajo y Empleo del G20, reunidos en Bad Neuenahr la semana pasada, se comprometiesen a limpiar las cadenas mundiales de suministro, proporcionar trabajo decente, garantizar salarios vitales e integrar a migrantes, mujeres, refugiados y jóvenes en el mercado de trabajo.
La Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, comentó que “los mercados de trabajo deben ser favorables a los trabajadores, y la Declaración Ministerial sienta las bases para una economía mundial que redunde en beneficio de todos. Las cadenas mundiales de suministro se apoyan en un modelo de salarios bajos, trabajo inseguro y peligroso con cada vez más trabajo informal y condiciones de esclavitud moderna. Queremos que todos los países requieran que se apliquen los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos en las cadenas mundiales de suministro, con la diligencia debida y procedimientos de quejas que permitan tomar medidas para remediar la explotación de los millones de trabajadores y trabajadoras de los que dependen las multinacionales para sus productos y servicios”.
“La legislación adoptada en Francia, que responsabiliza a las empresas por el trato que reciban los trabajadores en sus cadenas de suministro, y el Pacto de los Países Bajos son ejemplos de acciones de iniciativas por parte de gobiernos nacionales. El mecanismo extra-judicial de quejas de las Directrices de la OCDE debe reforzarse, con consecuencias para aquellas compañías que se nieguen a aceptar la mediación, y en todos los países tiene que haber un salario mínimo vital, que permita a las familias vivir con dignidad”, añadió.
La globalización está fallando a las personas, y el 80 por ciento de los participantes en la Encuesta Global de la CSI indican que el sistema económico favorece a los más ricos en lugar de ser justo para la mayoría de la población, mientras que el 85 por ciento considera que es hora de reestablecer las reglas de la economía mundial.
El compromiso de los Ministros de Trabajo y Empleo del G20, que representan el 80 por ciento del comercio mundial, de que las violaciones de los derechos humanos y de los trabajadores no han de formar parte de la competencia entre empresas en el comercio global, viene a subrayar la necesidad de poner alto al sistema de arbitraje regulador en las cadenas de suministro respecto al empleo.
“La globalización resulta problemática porque la mano de obra global encuentra problemas. Los Líderes del G20 deben asumir estos compromisos y eliminar la explotación de la competencia, imponiendo la debida diligencia a las grandes corporaciones. Solo así conseguiremos que la globalización beneficie a los trabajadores y trabajadoras”, concluyó la Sra. Burrow.
John Evans, Secretario General de la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE, acogió con beneplácito el reconocimiento por parte de los ministros de que los derechos de los trabajadores, incluyendo la negociación colectiva, deben estar protegidos en las nuevas relaciones de empleo que se establecen en la economía digital.
“Necesitamos un Futuro del Trabajo donde el valor del trabajo no se vea menoscabado. Nos enfrentamos a problemas persistentes que necesitan resolverse en la economía real, incluyendo un elevado déficit de empleo desde la crisis de 2008, altos niveles de desigualdad de ingresos y el 60 por ciento de la mano de obra con trabajos atípicos. El G20 debe tomar medidas ya, para garantizar que la economía digital del futuro aporte un empleo de calidad, protección social universal y programas de formación efectivos para todas las edades y todos los grupos sociales. Algunos de los negocios de plataformas actuales ignoran las normas internacionales del trabajo y las relaciones de empleo. Los gobiernos deben intervenir aquí, con medidas regulatorias para frenar unas prácticas que se apoyan en reducir los costos laborales e incrementar el número de empleos precarios”, añadió.
Los Ministros de Trabajo y Empleo del G20 se comprometieron a:
Limpiar las cadenas mundiales de suministro:
– Reafirmamos nuestro compromiso con directrices y marcos internacionales como los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos (Principios Rectores de la ONU). (Párrafo 22)
– Fomentaremos iniciativas para mejorar la seguridad y salud en el trabajo a lo largo de todas las cadenas de suministro. (Párrafo 25)
– Hacemos hincapié en que los salarios han de tener en cuenta las necesidades de los trabajadores y sus familias, el coste de la vida y otros factores económicos. A este respecto, la legislación sobre salario mínimo y negociación colectiva, en particular, puede establecer pisos de ingresos mínimos para reducir la desigualdad de ingresos, eliminar los salarios de miseria y lograr un crecimiento salarial sostenible. (Párrafo 26)
– Subrayamos la importancia del acceso a la reparación. (Párrafo 28)
Erradicar la esclavitud moderna y el trabajo forzoso:
– Nos comprometemos asimismo a tomar medidas inmediatas y efectivas, en línea con lo dispuesto en el ODS 8.7, tanto en nuestros propios países como a nivel mundial, para erradicar la esclavitud moderna, el trabajo forzoso y la trata de personas, y para 2025 terminar con el trabajo infantil en todas sus formas. (Párrafo 23)
Derechos fundamentales del trabajo:
– La inclusión de principios y derechos fundamentales en el trabajo y condiciones de trabajo decente en los acuerdos comerciales. (Párrafo 24 b)
Salarios decentes:
– Hacemos hincapié en que los salarios han de tener en cuenta las necesidades de los trabajadores y sus familias, el coste de la vida y otros factores económicos. A este respecto, la legislación sobre salario mínimo y negociación colectiva, en particular, puede establecer pisos de ingresos mínimos para reducir la desigualdad de ingresos, eliminar los salarios de miseria y lograr un crecimiento salarial sostenible. (Párrafo 26)
El Futuro del Trabajo:
– Prioridades sobre el futuro del trabajo (ii) promover una protección social adecuada y cobertura de seguridad social para todos los trabajadores; (iii) el respeto de los principios y derechos fundamentales en el trabajo constituye la base para el diálogo social y la negociación colectiva en un mundo del trabajo cambiante. (Anexo)
Los Líderes del G20, cuya cumbre se celebrará en Hamburgo en el mes de julio, deberán aprobar los compromisos de los Ministros de Trabajo y Empleo y la aplicación de planes de acción nacionales sobre diligencia debida y procedimientos de quejas y reparación en relación con las violaciones de los derechos de los trabajadores en las cadenas mundiales de suministro, en línea con lo dispuesto en los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos.