{image}http://eldia.co/images/stories/250112/007.jpg{/image}Ayer 25 de enero dio inicio la sesión ordinaria del Consejo Permanente de la OEA, donde se analizará el futuro del Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
La situación es extremadamente delicada. Camilo Mejía, Abogado de la Comisión Colombiana de Juristas, ofreció una explicación detallada para comprender la trascendencia de los hechos. Latinoamérica atraviesa por una coyuntura política especial. El Sistema Interamericano de Derechos Humanos es un órgano internacional para la promoción y protección de los derechos humanos de quienes han sufrido violación por parte del Estado. Tiene dos pilares la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Decisiones del Sistema Interamericano de DD.HH, y en particular de la Comisión interamericana, han resultado polémicas y no han sido muy bien recibidas por los Gobiernos. Dos casos recientes: por un lado, la Comisión presentó una demanda ante la CIDH en diciembre del año pasado porque cuando el grupo guerrillero Tupac Amaru se tomó la embajada de Japón en Perú, hace ya varios años, el Gobierno terminó ejecutando extrajudicialmente a dos guerrilleros, la demanda hizo estallar la polémica en Perú. Por el otro, la multimillonaria condena al periódico ‘El Universo’, que se ha visto internacionalmente como un atentado contra la libertad de expresión por parte del Gobierno de Correa.
Al mismo tiempo, los Gobiernos americanos critican los criterios mediante los cuales se evalúa la situación de DD.HH., aduciendo que no son lo suficientemente claros, objetivos y precisos. Este conjunto de circunstancias y otras más motivaron a que el Consejo Permanente (un órgano creado por de la Organización de Estados Americanos y compuesto por los embajadores de las misiones los países americanos ante la OEA) designara un grupo de trabajo para analizar tal temática y este grupo de trabajo recomendó a la Comisión revisar los criterios.
Las implicaciones de la revisión de estos criterios son graves. En todo este meollo, lo que buscan los gobiernos es debilitar al Sistema Interamericano de Derechos Humanos. En esta medida, si se eliminaran o redujeran los criterios terminarían por acabar con la instancia internacional a la que pueden recurrir las víctimas en caso de no encontrar respuesta en la justicia de su país; se debilita la protección de los habitantes en caso de que se violen sus derechos; y, especialmente, la Comisión tiene la función de prevenir, por lo cual dicta medidas cautelares, es decir, órdenes de protección a personas que se encuentran en estado riesgo, esto desaparecería.
Los países con la situación más delicada de derechos humanos son Colombia, Honduras, Venezuela y Cuba, pero no son los únicos interesados en los resultados de la sesión ordinaria del Consejo Permanente, a la cual se debe permanecer atento.