El debate es impulsado por los congresistas Jorge Enrique Robledo, del Polo; Wilson Arias, del Polo; Nohra García, conservadora; y David Barguil, conservador. Al mismo tiempo, varios entes de control están atentos porque han notado que la concesión no se dio en los mejores términos y no resultó muy beneficiosa para el país.
Néstor Montañez, Secretario de Prensa de Sintracerromatoso, expone que el sindicato está de acuerdo con la concesión, pero bajo un respeto a las normas, a la convención colectiva y a la no persecución sindical. Resulta que a Cerromatoso, el gobierno le autorizó un proyecto donde podían vincular trabajadores a través de una empresa contratista, lo cual viola un punto de la convención colectiva, que dice expresamente que cualquier contratación para explotación del níquel debe ser por medio de contratos directos.
Así mismo, la organización sindical demandó a Cerromatoso por la violación de varios artículos de la convención. Además, denunció la imposición de un código de conducta, donde la multinacional implementa leyes en Colombia que trae de otros países, las cuales violan los derechos fundamentales de los trabajadores y están en contra de las leyes nacionales; incluso, ha despedido obreros aplicando ese código.
Sintracerromatoso exige que el gobierno le haga sentimiento a la extensión; porque en 30 años que duró la concesión inicialmente nunca hubo control a la empresa, ni mucho menos veedurías. Observa que con la extensión el Gobierno sólo trató que la multinacional no se fuera del país, pero los estudios, hechos a la ligera, no revisaron si Cerromatoso cumplió o no lo pactado por la ley.