Es una propuesta absurda, un despropósito, que hace parte de un estilo que está haciendo carrera en el gobierno nacional: evadir la discusión en la Comisión Nacional de Concertación de Políticas Públicas Laborales y Salariales y correr a los medios de comunicación a presentar iniciativas demagógicas, claramente antipopulares y, en ocasiones, con una buena dosis de cinismo como el impuesto a la canasta familiar para que “chillen los ricos”.
Es un subsidio al desempleo donde el gobierno no pone un peso, tampoco los empresarios. La plata sale de los propios recursos del trabajador –sus cesantías- y del conjunto de los trabajadores –los recursos de las cajas de compensación familiar-, recursos que en ambos casos tienen destinación específica.
Es una propuesta para fortalecer el negocio del sector financiero, dejando en manos de las aseguradoras privadas 4 billones de pesos fijos y otro tanto flotantes para sus proyectos de inversión, esto es, para seguir succionando los recursos sociales en aras de la rentabilidad, como ocurre con la salud, las pensiones y los riesgos profesionales. Ganancias para los ricos en últimas, mientras se hace demagogia con las necesidades de los pobres.
Es una iniciativa contraria a una sana política de empleo porque obstaculiza la posibilidad de educación y la inversión en vivienda, que son los principales gastos que generan el retiro de las cesantías.
Rechazamos el proyecto; lo que el país requiere no es una barrera al uso constitucional y legal de las cesantías de los 6,5 millones de trabajadores que hoy tienen derecho, sino la generación de trabajo decente, en las ciudades y en el campo, sin intermediación ni tercerización para que trece millones de trabajadores, hoy excluidos, puedan conocer que son las cesantías y recibirlas algún día. Ojalá el gobierno decida la superación de la provisionalidad y la tercerización en el Ministerio del Trabajo, en el SENA y en general en el sector estatal, como prueba y ejemplo de su compromiso con los derechos de los trabajadores.
Un subsidio de desempleo es necesario pero con recursos de presupuesto general de la Nación y no a costa de los pocos derechos salariales y sociales de los trabajadores y de la población.
Bogotá, mayo 18 de 2012
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES
DOMINGO TOVAR ARRIETA
Presidente
WITNEY CHAVEZ SANCHEZ
Secretario General
FRANCISCO MALTES TELLO
Tesorero