El lunes 21 de septiembre el presidente Manuel Zelaya se refugió en la sede de la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, después de haber logrado el ingreso al país.
Desde entonces el régimen golpista de Micheletti ha aumentado la represión. Ha desalojado de manera violenta a los manifestantes de los alrededores de la Embajada, extendiendo el toque de queda y asesinado por lo menos tres de los manifestantes.
Llamamos a la solidaridad con la valerosa resistencia del pueblo hondureño, a rechazar los intentos de asaltar o bloquear por comida y servicios a la delegación diplomática de Brasil y a los acompañantes del presidente Manuel Zelaya, quienes son miembros de su gabinete y periodistas. Que los golpistas permitan el regreso a la normalidad constitucional de Honduras.
La comunidad internacional debe condenar sin vacilaciones a los golpistas y pronunciarse contra la postura hipócrita de Estados Unidos. El ejército hondureño ha sido invitado a ejercicios militares por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y el Congreso no ha calificado como golpe de estado la destitución de Zelaya por Micheletti. Solo una decidida posición internacional ayudará a que la heroica resistencia del pueblo hondureño triunfe. Saludamos al movimiento sindical que ha estado a la cabeza de esta gesta democrática.
Bogotá, 23 de septiembre de 2009