Los trabajadores de salud siguen firme en sus lugares de trabajo pero consientes de la responsabilidad cívica con la población.En general se ha permitido la asistencia médica;pero por su misma responsabilidad cívica seguirán exigiendo un nuevo modelo de salud para todas y todos los colombianos.
Los transportadores, a pesar de que reconocen que algunos de sus compañeros se han prestado a las políticas del gobierno, siguen firmes en su protesta, pues es claro que con los sobrecostos de los combustibles no les es rentable salir a producir por las carreteras del país. El gobierno les propuso congelar el precio de la gasolina hasta el mes de diciembre con la idea de apartarlos de la movilización.
Los agricultores, afectados por los costos de insumos e impuesto para su producción, no soportan otro TLC.Entre ellos, organizan turnos para poder sostener los mítines y manifestaciones que se encuentran en cientos de puntos de concentración.La estrategia del gobierno es dispersar, negocia por sectores de forma individualpara levantar uno por uno los gremios, ya que no tiene ni propuestas ni políticas de gran impacto y mucho menos duraderas.
La MANE entiende que los padecimientos de los distintos sectores sociales encuentran causa común en este modelo que ha cercenado la democracia y ha enajenado la soberanía. Por tal motivo, convocan al pueblo colombiano a vincularse a las jornadas del 28 y 29 de agosto, donde la MANE presentará al país su propuesta para la construcción de un modelo alternativo, democrático y popular de educación superior.
“Y como en el país no pasa nada”, como dice el presidente Santos,es necesario estar atentos a lo que puedan pasar este fin de semana con las juntas nacionales, tanto del sector educativo en Fecode, como el sector petrolero, en la USO.
En cuanto aFecode, la ministra se burla de los maestros no respeta los acuerdos, la prima de servicios no se las reconoció como debía y el servicio de salud es igual o peor que la misma Ley 100.La USO, por su parte, enfrenta la macartización, el señalamiento y la estrategia mediática de invisibilizar la historia de esta organización obrera. Mientras el gobierno se une a multinacionales que solo han dejado pobreza y miseria dentro de nuestro territorio, la USO propone una nueva ley marco de hidrocarburos, exige la soberanía nacional y lanza una campaña agresiva para proponer la baja en el costo de los combustibles.