19-05-14
La CUT de Colombia, coincide con los ejes que ha propuesto el Congreso de la CSI, reforzar el poder de los trabajadores.
En nuestro país, a pesar de los esfuerzos del sindicalismo internacional, y del movimiento sindical colombiano, la situación de los derechos laborales y sindicales continua siendo de las más graves del continente.
El desempleo es cercano al 10%, la informalidad del 68% el desempleo juvenil del 19%, desempleo femenino del 13,7%, apenas 32 de cada 100 trabajadores cuentan con una relativa protección social, estos indicadores inciden en que Colombia siga siendo uno de los países más desiguales del mundo con un índice de Gini de 0.539.
Continúan las limitaciones al ejercicio de la Libertad Sindical en Colombia: La sindicalización no supera el 4% de la clase trabajadora mientras que la negociación colectiva no beneficia a más del 3%.
La Violencia antisindical persiste y reina la impunidad. En los últimos tres años la violencia contra sindicalistas continuó siendo una característica de la actividad sindical en Colombia. En este período fueron asesinados 73 sindicalistas y existe un porcentaje de impunidad del 95%.
El tripartismo en Colombia no funciona como el Gobierno afirma. El Gobierno colombiano ha tratado de convencer a la comunidad internacional de que los temas laborales están siendo concertados de forma tripartita en Colombia, lo cual es una mentira.
La CUT de Colombia espera de este Congreso, reafirmar la solidaridad del sindicalismo mundial con la situación de los trabajadores colombianos, y en particular, queremos contar con el apoyo para que la OIT evalué el incumplimiento de las conclusiones de la Misión de alto Nivel que visito nuestro país en febrero de 2011, que Colombia sea incluida en la lista de 25 países que deben rendir cuentas en la Comisión de Normas de la 103 Conferencia de la OIT, en esta ocasión por el grave incumplimiento del convenio 81 (inspección del trabajo).
Finalmente, la CUT expresa a este Congreso, la gran expectativa que tenemos los colombianos con los avances de las negociaciones que se adelantan en la Habana y que permitirían la concreción de un acuerdo para la terminación del conflicto armado, y de las inmensas posibilidades de que entremos en un proceso de construcción de la paz, donde las organizaciones sindicales puedan reconstruirse y conquistar el poder para los trabajadores.
