{image}http://eldia.co/images/stories/300112/002.jpg{/image}El dólar parece ir en picada, unos 140 pesos ha perdido en el último mes, el efecto en la economía nacional es innegable, pero la pregunta es ¿qué tanto se refleja en las finanzas colombianas?
Las bolsas del mundo parecen naufragar en un mar de dudas, suben y bajan de acuerdo a las noticias políticas, económicas y sociales en uno y otro lado del mundo, muchas flotan pero especialmente el dólar parece hundirse en medio de ese mar.
Hildebrando León, Presidente de la Unión Nacional de Empleados Bancarios explicó las causas de ese aparente hundimiento: “Cada que existe un amago de crisis por situaciones financieras, los mercados buscan la moneda más fuerte, el euro, en este caso. Las noticias de los últimos meses, los acuerdos a los que ha llegado el Banco Central Europeo, las leyes que se han admitido tanto en Italia como en Portugal han tenido un efecto beneficioso. Cada vez que el panorama financiero internacional y, sobre todo, las economías de Europa tienen mejores noticias, la divisa del dólar, en consecuencia, tiene una baja importante”.
No todo es malo, para los importadores representa una ventaja comprar con menos pesos en dólares más baratos y también hay impactos positivos en la deuda externa, pues los pagos por intereses representan menor cuantía. El problema, sin embargo, afecta directamente a los exportadores, en especial a los bananeros y floricultores, quiénes reciben dólares devaluados que equivalen a menos pesos.
Ahora bien, en el caso específico colombiano el problema tiene derivaciones internas, porque las cifras del crecimiento económico nacional se sustentan en las exportaciones, ya que la política de los gobiernos neoliberales ha optado por “debilitar el consumo interno y fortalecer las exportaciones. Cada vez que tenemos un dólar más bajo, el sector exportador cae más bajo”, indicó Hildebrando León. En este panorama, con la crisis europea aún por definirse y Estados Unidos en incertidumbre por la campaña electoral, a la economía nacional no le queda más que mirar a lo lejos a ver si la balsa del dólar se hunde o se salva.