A punto de cumplirse 20 años de la Ley 100 del 93, la ADE destaca que por fin se entienda que es una ley que va contra la salud del pueblo colombiano, precisamente, porque promueve la contratación a través de la intermediación.
La iniciativa, en la que participan diferentes sectores sociales del país busca que la salud sea un derecho financiado directamente por el Estado, regulado por medio de veedurías y con recursos suficientes para su autosostenibilidad.
Los docentes no son ajenos a esta problemática. El gremio está exceptuado del régimen de Ley 100, de acuerdo con la misma Ley 100 y a razón de una lucha librada por los educadores y educadoras, a ellos los atienden entidades contratadas directamente por el Fondo de Prestaciones, a través de la Fiduprevisora. Sin embargo, esto no significa que no padezcan dificultades.
La prestación del servicio es un calvario para muchos docentes, porque los recursos que ellos destinan y el gobierno debe invertir en su salud, este último los termina usando para cancelar prestaciones como como cesantías parciales y definitivas, lo cual reduce el monto y, por ende, la calidad del servicio.
La problemática parte de que también en el caso del magisterio, el gobierno ve la salud en marco de la Ley 100, es decir, que la salud es una mercancía y no un derecho. En consecuencia, las empresas prestadoras no cumplen con los términos de contratación, porque para ellas primero está la ganancia y luego la prestación de los servicios médicos. De hecho, la nueva contratación, que inició hace mes y medio, está a cargo son las mismas empresas de la contratación anterior, pero con otra razón social, y no incrementaron ni el número de profesionales de salud ni el número de clínicas, pero sí la tramitología que entorpece la prestación.
Por estas razones, la ADE llama a los educadores y educadoras de Bogotá a la jornada de movilización del jueves 19 de julio, que inicia a las 8:00 am. en el Parque Nacional y termina a las 12:00 m. en la Plaza de Bolívar. Como no hay un permiso oficial para que los docentes puedan asistir sin problemas, la recomendación es que participen los profesores de la jornada tarde y aquellos de la mañana que no tengan impedimentos, porque sí existe la necesidad de pelear por el derecho a la salud.