En ese sentido en la marcha del 9 de abril, se visibilizó con la presencia de millones de ciudadanos, banderas blancas por la paz, el rechazo de las políticas antisociales propiciadas por los neoliberales y la voluntad de trabajar en la vía de la construcción de una paz duradera.
Los colombianos demostraron que por encima de las diversas apuestas políticas, el propósito fundamental es la terminación del conflicto armado por la vía de la solución política, que contribuya a aclimatar unas condiciones favorables para la paz con justicia social.
La CUT ratifica su apoyo a los diálogos de paz de la Habana y reclama del gobierno ampliar estos diálogos al resto de la insurgencia colombiana y exige acciones por la verdad, la justicia, la reparación y garantía de no repetición a la violación de los derechos humanos y sindicales, que ha cobrado la vida de millones de colombianos.
Esta marcha nacional fue una expresión viva de los propósitos y compromisos de la mayoría del pueblo colombiano para apostarle a un proceso de paz con bienestar económico, social y político, al cual la CUT le apuesta y asume los compromisos que sean necesarios.