Bogotá, 9 de febrero de 2017
Con estupor el país asiste a un nuevo escándalo de corrupción, que esta vez enloda directamente las campañas del Presidente Santos y del ex-aspirante uribista Oscar Iván Zuluaga. Como si no fuera suficiente el robo de más de 4.000 millones de dólares en la construcción de la refinería de Cartagena-REFICAR, la venta de Isagen al sector privado a precio irrisorio y violando sin recato las normas regulatorias; la apropiación de miles de millones de pesos, por un puñado de contratistas, de los dineros para la alimentación escolar, la adjudicación del 90% de las contrataciones a un solo proponente en la mayoría de entes territoriales y las enormes fortunas invertidas en la puja por alcaldías y gobernaciones, entre otros casos, los gobiernos de Uribe y Santos aparecen enlodados en las denuncias por los sobornos de la brasileña ODEBRECHT, dentro de las investigaciones que la justicia de los Estados Unidos adelanta contra esta empresa por sobornos superiores a 700 millones de dólares a gobiernos principalmente de América Latina.
Funcionarios de los dos últimos gobiernos sirvieron para captar sobornos por suma superior a los 11 millones de dólares, para favorecer a ODEBRECHT dentro de la construcción de vías y obras de infraestructura, asunto que de primer plano pasó a segundo con el anuncio de la Fiscalía General de la Nación, de la financiación de las campañas a la presidencia de la República de Santos y Zuluaga, con dineros provenientes de la misma fuente.
La Central Unitaria de Trabajadores, se suma al repudio nacional ante estos nuevos escándalos de una corrupción que viene asfixiando al país principalmente desde la misma época de profundización de las políticas de globalización neoliberal desde los inicios de la década de los 90. Es ineludible que la corrupción como una endemia, es inherente a la voracidad neoliberal.
Los gobiernos de Uribe y de Santos al cual más han sido tolerantes con las peores prácticas de corrupción, para poder desarrollar con el apoyo de sus aliados en el congreso, entes de control, gobiernos regionales, sectores empresariales, las políticas de enajenación de los bienes del Estado, destrucción del aparato productivo, enriquecimiento desbordado del sector financiero, reformas tributarias, políticas laborales precarizantes, y las peores prácticas antidemocráticas para atornillarse en el poder y poder continuar con sus grandes negocios en detrimento del interés nacional.
Los trabajadores colombianos exigimos que las investigaciones por estos escándalos lleguen hasta la definición clara de los responsables, su condena, la denuncia de los partidos políticos responsables y la renuncia de quienes resultando responsables de estos actos funjan en cargos públicos del estado.
El país no soporta más impunidad frente a la corrupción, razón por la cual la CUT hace causa común con las voces que masivamente se levantan contra esta práctica no solo para denunciarla, sino para buscar salidas que eliminen de la faz nacional estas acciones delincuenciales inherentes a los modelos económicos neoliberales.
Este llamado es a la vez una invitación a cerrar filas en contra de los anuncios de la venta de Ecopetrol, la ETB, Propilco, la Empresa de acueducto de Bogotá o la conversión de la reserva Van Der Hammen en billonario negocio para las grandes constructoras. La protesta social de la cual seremos actores de primera fila debe ser la acción primordial para derrotar la mermelada que se ha expandido por todo el país, teniendo como principal artífice el mismo gobierno nacional.
LUIS ALEJANDRO PEDRAZA FABIO ARIAS GIRALDO
Presidente Secretario General
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