La Central Unitaria de Trabajadores, CUT, fiel a sus principios democráticos y civilistas rechaza, al igual que lo ha hecho en otras oportunidades y otros actores, el actual paro armado que realiza el grupo ilegal del Clan del Golfo.
La extradición del jefe de dicho clan a EE. UU., hecha de manera extraordinaria y abrupta por el gobierno de Iván Duque, fue pensada únicamente para atender las imposiciones del departamento de Estado gringo y no en las víctimas colombianas que se quedan sin la posibilidad de buscar esclarecer la verdad. Es evidente que los testimonios de alias Otoniel tendrían consecuencias de verdad, jurídicas y políticas, que podrían haberse conocido tanto en la JEP como en la entrevista que tendría en Noticias Caracol, la cual fracasó por su extradición.
El actual paro armado está ocasionando graves problemas en sectores de la economía y en amplias regiones y poblaciones, configurando un cuadro de intimidación, miedo y terror que viene siendo aprovechado para perturbar el desarrollo pacífico y libre de estigmatizaciones del actual proceso electoral presidencial.
Vemos que cuando se trata de la voluntad de la población y los trabajadores de acudir a la protesta pacífica y democrática, ella es reprimida dura y rápidamente, estigmatizada y violentada por parte del cuerpo de la fuerza pública ocasionando incluso asesinatos entre los manifestantes, lo cual curiosamente no ocurre en la actual situación.
Para la CUT esta situación completamente desbordada, va generando circunstancias proclives para que sectores de la extrema derecha vinculadas al establecimiento puedan utilizarlas para promover, incluso, situaciones de hecho e inconstitucionales que podrían abortar los actuales comicios.
La CUT no duda en rechazar los paros armados y estará siempre en la disposición y alerta de salvaguardar la vida, la paz y la democracia.
