“Han quedado configuradas una serie de situación que son lamentables y escandalosas: la impunidad para los congresistas, se han quitado todos los regímenes de inhabilidad y la posibilidad de que realmente sean sancionados; las prebendas para los grandes magistrados a nivel de las grandes Cortes, les han aumentado el periodo y la edad del retiro forzoso”, continúa Arias.
Pero de todos los ‘lunares’ de esa reforma, el pero es la privatización de la justicia, por las potestades a “los jueces privados y los notarios, que saben más de registrar bienes e inmuebles públicos pero nada de la justicia y, sin embargo, pueden ejercer funciones de jueces. Estamos rechazando la reforma, vamos a hacer eco y vamos a vincularnos a los que otras regiones del país demócratas están llamando para que sea revocada ficha reforma”.