{image}http://eldia.co/images/stories/120312/002.jpg{/image}Las manifestaciones se tomaron al Transmilenio a Bogotá el pasado viernes; los medios de comunicación se han centrado en la violencia de la protesta, a un lado han dejado la contundencia del descontento de la población capitalina por el manejo del sistema.
La protesta es contra dos aspectos de este sistema. Por un lado, el funcionamiento de trasnmilenio. El servicio va de mal en peor, el pueblo capitalino, especialmente el más humilde, es el que sufre sus deficiencias, desde las demoras en el transporte hasta el hacinamiento dentro de los buses. Nada más un día después de las manifestaciones, el sábado, fueron cerradas tres estaciones centrales, pero no había ni personal ni publicaciones en las estaciones que indicaran el cierre de las mismas.
Durante la protesta, un humilde vigilante señaló: “Estoy muy de acuerdo con las manifestaciones que están haciendo, el pueblo es más sufrido. A nivel latinoamericano es uno de los pasajes más costosos. Los políticos deberían ponerse la mano en el corazón y ver que se puede bajar el costo y mejorarlo porque es un servicio público”.
El otro punto de rechazo es el funcionamiento del contrato del sistema. Está más que claro que unos cuantos nombres del sector privado se quedan con las ganancias, mientras los usuarios pagan un alto costo por transporte y la ciudad asume las consecuencias de calles dañadas y la contaminación.
Uno de los estudiantes protagonistas de la protesta adujo, “esta marcha no sólo ha sido organizada para luchar contra el sistema, estamos en esta protesta para lograr una consideración contra el pueblo bogotano y el colombiano. Estamos con los estudiantes, porque ellos son los que utilizan este medio para llegar a sus universidades, colegios e instituciones. Por tanto, le hacemos un llamado a todos los gremios de trabajadores, a los sindicatos y a los ciudadanos para que se unan a esta lucha, porque esta protesta nos beneficia a todos y no sólo a unos, porque el pueblo somos todos”.
La ciudadanía está a favor de la protesta. Los que se siente en la opinión de los ciudadanos es que es necesario sentar un precedente ante los gobernantes y los dirigentes del sistema de que la gente está cansada de los malos tratos, el pueblo no tiene porqué asumir las consecuencias de la corrupción. Como dice el estudiante en el momento de la protesta: “Aunque el Gobierno responda con armas y con golpes, le hago un llamado al pueblo para que lo haga pacíficamente y resistir pacíficamente”.