Fabio Arias, Fiscal de la CUT nacional, habló sobre el debate que tuvo lugar en el Congreso de la República el 27 de junio y que culminó el jueves con el supuesto hundimiento de la reforma. Precisamente el jueves, “existieron dos escenarios. Uno, que estaba dentro del Congreso, en el cual los parlamentarios atendieron un llamado al Presidente de la República. Estuvieron debatiendo las objeciones que hizo el Presidente y la convención de hundir la reforma a la justicia que ellos mismos habían aprobado, pero no desde el punto de vista legal o institucional”.
“Y otro fuera del Congreso, que se desarrolló en las calles, en la Plaza de Bolívar, en todos los centros de las capitales del país, donde estuvimos recogiendo firmas por el referendo derogatorio de la reforma a la justicia, que es el realmente el mecanismo legal y constitucional que realmente sí puede hundir esa reforma, por lo menos, sin ninguna discusión jurídica”.
“Las centrales obreras del país, la CUT, CGT y CTC, y la Confederación de Pensionados están respaldando la recolección de firmas, rechazando y condenando, tanto la actitud del Gobierno como la del Congreso. Lo que el país ve más allá de la constitucionalidad o inconstitucionalidad del evidente esperpento de la reforma a la justicia en el Congreso, es que era un edifico grandísimo a la impunidad, a la corrupción y a las prebendas, tanto para el poder judicial como para el legislativo”.
El referendo más que rechazo y una condena a la reforma, sería un rechazo y una condena a la corrupción. La responsabilidad no es exclusiva del Congreso, sino que también del Gobierno, de las mayorías de la Unidad Nacional en el Congreso, y, obviamente, de la Comisión de Conciliación que metió los “micos” extraordinarios. En este embrollo, las organizaciones sindicales quieren hacer énfasis en que puede que la reforma se haya ‘ahogado’, pero el espíritu privatizo de la justicia y de oda a la corrupción sigue más que vivo en todos aquellos que la conformaron. Una frase de Arias expresa muy bien el sentir colombiano: “Parar bien del país lo mejor que se hunda esa reforma en última instancia”.