“En el imaginario de la gente, el Instituto de Medicina Legal es una entidad que hace autopsias a personas fallecidas de manera violenta. La realidad es que el Instituto presta muchos otros servicios que la gente conoce menos, pero que son igualmente importantes como soporte para la administración de justicia”, dice Jorge Buitrago, médico psiquiatra y militante de Sindemedilegal.
En Medicina Legal trabajan profesionales de muy distintas áreas de la ciencia aplicadas a lo forense, no sólo patólogos o los que realizan las necropsias. Por ejemplo, médicos generales que atienden a personas vivas lesionadas en diferentes circunstancias; químicos que realizan exámenes toxicológicos para determinar la composición de las sustancias; biólogos; bacteriólogos; especialistas para determinar la trayectoria de un vehículo accidentado o para analizar muestras de pinturas de carros en casos de accidentes de tránsitos; grafólogos, que establecen la veracidad de una firma; “en general, son muchas las áreas en la que un juez o un funcionario judicial requiere elementos para el procesamiento de un caso”, agrega Buitrago; todos ellos hacen parte de Sindemedilegal.
Puede que Colombia todavía esté relegada en tecnología para estar al nivel de los criminalistas de la serie estadounidense CSI, pero la justicia colombiana cuenta con profesionales capacitados y con experiencia que están a la altura de los de otros países y merecen reconocimiento en su labor y empeño.