{image}http://eldia.co/images/stories/personajes/cut/maltes.jpg{/image}Por cuatro razones en la historia económica reciente diversas sociedades han decidido cambiar la denominación de sus monedas: la guerra, la hiperinflación, en el caso colombiano esta ha sido contralada a costa del empleo y la producción, en los procesos de unidad económica, como la Unión Europea y por la desconfianza de los agentes económicos.
Para el caso colombiano ninguna de estas razones se puede argumentar y la justificación es que facilitará y hará más fáciles las operaciones y transacciones comerciales. Parte el Proyecto de la premisa económica que los efectos de la medida serán neutrales, es decir, que no habrá ni ganadores ni perdedores con la medida, tampoco se mejorará el poder de compra de los colombianos que es uno de los graves problemas que nos afectan.
Corresponde, entonces, a esta célula legislativa hacer un balance de los costos versus beneficios que implica aprobar este proyecto.
Costos para el Estado colombiano.
1. Tal como lo afirma el proyecto implementar esta medida costará aproximadamente un cuarto de billón de pesos, más exactamente $222 mil millones de pesos, del año 2010, que saldrán del erario público, sin posibilidad de retorno.
Hoy cuando no se han superado los estragos de la ola invernal, nos preguntamos a cuántas familias se podrá ayudar a reconstruir sus viviendas y parcelas en la ciudad y el campo respectivamente?
¿A cuántos hospitales públicos se sacarían de la crisis económica, que hoy afrontan por la intermediación de las EPS?
Con los recursos de este gasto innecesario se podría contribuir a mejorar las finanzas de las universidades públicas del orden nacional.
2. También se requiere modificar el software, en las entidades públicas y privadas, es decir, un revolcón tecnológico que en últimas pagaremos todos los ciudadanos.
Quiénes ganan?
Sin duda se presentarán prácticas especulativas, por parte de quienes manejan mejor el flujo de información, realizando ajustes en los precios hacía las cifras superiores.
Ganarán las grandes empresas que ahorrarán tiempo y dinero, con los nuevos sistemas operativos y también por la disminución en los costos de papelería y en las comunicaciones.
Sin duda, son mayores los costos económicos y sociales, que los beneficios. Por tal razón y con el debido respeto, proponemos que este proyecto sea archivado.
Finalmente, reiteramos nuestros agradecimientos por invitarnos a participar en este importante evento y solicitarles que en el presupuesto general de la Nación, para la vigencia fiscal del 2012, se adicione el rubro de gastos de personal en una partida superior a la propuesta por el Gobierno Nacional, para realizar un aumento salarial digno para los empleados públicos y para dar cumplimiento a la Sentencia C-614 de la Honorable Corte Constitucional, que ordena a las entidades del sector público, que las personas que cumplen funciones permanentes y están vinculados por cualquier forma tercerizada, sean incorporados a las plantas de personal.