{image}http://eldia.co/images/stories/310811/001.jpg{/image}Aunque el paro de conductores de TransMilenio no se realizó en Bogotá el pasado 26 de agosto de 2011, y no se sabían los instigadores de la protesta, la administración de la empresa canceló de manera unilateral los contratos con varios operadores sin mediar palabra alguna.
Los despidos realizados por TransMilenio se basaron en sospechas y fueron sin justa causa, además, vemos claramente una violación al derecho de huelga y asociación, los cuales son innatos a cualquier régimen democrático.
Algunos de los conductores despedidos manifestaron que la empresa Transmilenio les da un trato de maquinas y no de humanos, donde los horarios, los recorridos y las presiones por el cumplimiento de tiempos venían generando enfermedades.
Por mucho tiempo, los conductores no podían bajarse de sus respectivos buses porque la administración lo catalogaba como un delito, por tanto no podían hacer sus respectivas necesidades fisiológicas.
Otro punto delicado comentado por los operadores de TransMilenio es respecto a las jornadas de trabajo, aunque su contrato laboral estipula 8 horas diarias, con la amplitud del horario trabajaban 10 u 11 horas continuas, terminando los turnos a medianoche, y a las 4 de la mañana debían reportarse nuevamente en la empresa.
El mejoramiento de las condiciones laborales y de vida de los trabajadores, no debe ser catalogado como un delito por los empresarios y hacemos un llamado a TransMilenio a cumplir las demandas de sus trabajadores, los cuales son seres humanos y no robots, igualmente hacemos un llamado al gobierno distrital a presionar a la administración de los buses rojos para cumplir las leyes laborales, entre ellos el derecho de asociación y huelga.