Por: Juan Sebastián López M, 15 de Octubre de 2014
Desde su aparición a finales de 2011, la Mesa Amplia Nacional Estudiantil se convirtió en el referente organizativo más importante del movimiento estudiantil colombiano en las ultimas décadas. Tras derrotar la penosa reforma presentada por Santos y la ex ministra Campo, la MANE junto a importantes sectores de la comunidad educativa, construyó una Propuesta Alternativa para la Educación Superior () que traza la hoja de ruta para un sistema educativo público, gratuito y universal. La MANE le cumplió al país e hizo realidad su consigna de que es posible la protesta y también la propuesta.
En esta oportunidad, el movimiento estudiantil vuelve a las calles para expresar su inconformidad con la política educativa de Santos II, igual o peor que la de Santos I. Tres son las consignas que unifican al estudiantado en está ocasión: La no implementación del Acuerdo 2034, la exigencia de un plan concertado para cubrir el déficit de 12.5 billones del Sistema Universitario Estatal y el requerimiento al gobierno de respetar la Autonomía Universitaria y la Libertades Democráticas en las Instituciones de Educación Superior.
La primera es la NO implementación del “Acuerdo por lo Superior 2034” presentado por el gobierno de Juan Manuel Santos en cabeza de la Ministra Gina Parody y el Consejo Nacional de Educación Superior -CESU-, un órgano controlado por el gobierno nacional. Es inaudito que se presente como un “acuerdo” algo que es evidente que no lo es. Lo más grave es que la ex ministra Campo anunció que el tal acuerdo ya está siendo implementado y la actual vice ministra de educación superior Natalia Ariza afirmó que el gobierno planea introducir reformas educativas ordenadas por el Acuerdo 2034, que recoge las orientaciones de la OCDE y el Banco Mundial, a través de la Ley del Plan Nacional de Desarrollo impidiendo una discusión abierta y democrática sobre el contenido de las medidas.
En segundo lugar y después de suspender la aplicación del Acuerdo 2034, es imperativo que el gobierno reconozca el déficit de $12.5 billones de pesos que acumulan las 32 universidades públicas y presente un plan para pagarlo que sea concertado con la comunidad educativa. Tras 22 años de aplicación de la Ley 30 de 1992 el aumento desaforado de la cobertura sin aumentar los recursos ha creado un hueco en las finanzas de las universidades públicas que los rectores calcularon en 2011 en $11.3 billones de pesos y que actualizado sólo con inflación alcanza la cifra de $12.5(). Sobre esta realidad nada dice el Acuerdo 2034, mientras enfatiza en el subsidio a la demanda con créditos educativos estilo ICETEX y las tales “becas” que tanto usan Santos y Parody para hacer demagogia.
Por último es clave reconocer que esta degradación paulatina de la educación superior colombiana ha ido de la mano con ataques al principio constitucional de la Autonomía Universitaria, utilizando las bolsas concursables, los indicadores de gestión, los exámenes de estado y las acreditaciones como instrumentos para limitar a la academia en la definición de los contenidos curriculares. Igualmente, ante la creciente oposición de la comunidad educativa a las reformas retardatarias de los últimos gobiernos se han multiplicado las restricciones a las libertades democráticas en las Instituciones de Educación Superior entorpeciendo los procesos organizativos y de movilización de estudiantes, profesores y trabajadores.
La MANE sigue recorriendo los salones y pasillos de todas las universidades del país, conversando con los actores sociales y políticos sobre la crisis educativa, defendiendo los postulados de la Propuesta Alternativa de Educación Superior y persistiendo con la creatividad en las movilizaciones estudiantiles. Los estudiantes vuelven a las calles a poner el dedo en la llaga educativa que tanto avergüenza a Colombia. O cambia la educación o los cambiamos a ellos.
Tomado de: http://blogs.elespectador.com/a-la-palestra/2014/10/15/por-que-se-movilizan-los-estudiantes-el-16-de-octubre/