“La desobediencia civil, desde el jueves del semana pasada, se ha representado en que los presos de la mayoría de los patios se está haciendo contar en ropa interior y el día martes inició una huelga de hambre en cuatro de los patios con el acompañamiento de algunos detenidos de otros patios”, informó Carolina Rubio, del Comité de Solidaridad con Presos Políticos.
Son tres las razones detrás de la protesta: salud, alimentación y hacinamiento. El tema de salud es grave. Hace cuatro semanas que Caprecom no presta servicios médico-asistenciales. Además, desde que se dio el contrato con esta empresa, nunca ha prestado un servicio acorde. Los trabajadores de esta entidad de salud sostienen una huelga contra la corrupción en su interior que, precisamente, ha derivado en la deficiencia de los servicios.
De otro lado, el suministro de alimentos en la cárcel es bastante defectuoso. La empresa que lo presta es criticada por el gramaje de la comida y la calidad de la misma. En un centro penitenciario donde hay tres enfermos graves de cáncer, se han registrado múltiples casos de problemas diarreicos por la mala alimentación o por comida en mal estado.
El tercer tema es el hacinamiento. En Palo Gordo, hay un sobrecupo de 200 de internos, con el ingreso permanente de más personas. El Comité de Solidaridad con Presos Políticos y los mismos detenidos han denunciado este hecho.
Son demasiadas las circunstancias adversas al interior de esta cárcel. El director general del Inpec manifiesta ante la opinión pública que los presos están bien y que se le está dando trabajo. El gobierno mantiene silencio frente a la realidad de la crisis humanitaria en las cárceles. Mientras tanto, los presos se van a huelga para protesta ante un gobierno nacional que quiere esconderlos dentro de sus cárceles.