{image}http://eldia.co/images/stories/290212/005.jpg{/image}El ex director del Dane y actual director de la firma Cifras y Conceptos, Cesar Caballero, declaró recientemente que es muy posible que en poco tiempo el desempleo regrese a una cifra de dos dígitos, una vez el Dane publique la cifra correspondiente al mes de enero. Hizo la advertencia, aclarando que enero es el mes más complejo a la hora de generar empleo, de hecho, este año la cifra alcanzó el 12.5%, y aseguró que en febrero la economía seguiría su dinámica.
La Unión Nacional de Empleados Bancarios (Uneb) analiza esta situación y confirma que, efectivamente, en enero sube la tasa de desempleo porque los estudiantes no han ingresado a la Universidad y todavía no han empezado a pasar hojas de vida. Sin embargo, puntualiza de inmediato que esta cifra realmente confirma una situación más preocupante. El empleo en el país es de baja calidad, este se genera y depende de los ciclos productivos en sectores primarios, y además el gobierno utiliza esas modalidades precarias de trabajo para ‘maquillar’ las cifras.
Cuando la Uneb se refiere a que en Colombia el trabajo depende de los ciclos productivos en sectores primarios, alude a que lo que ocurre es, por ejemplo, en agricultura cuando hay cosecha hay demanda de mano de obra y cuando esta termina la gente queda desocupada; o en los almacenes, cuando hay época de ventas en febrero por época de matrículas y oferta de útiles escolares, en junio por venta de ropa de temporada tipo vacaciones y en diciembre por los regalos de Navidad se registra demanda de empleo, apenas termina la temporada vuelve a dispararse el desempleo.
En efecto, es costumbre que en las tasas de desocupación en el país caigan en los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Este comportamiento se reconoce como empleo en ciclo, que es, por naturaleza, temporal.
Este análisis de la Uneb concluye en que en la económica colombiana no está planteada para generar un empleo estable que le permita a los ciudadanos plantearse un proyecto de vida; es más, la gran tragedia del empleo en Colombia es producto de la primarización de la economía.
