La comisión negociadora se viene reuniendo cada martes, hasta el momento se han presentado avances y desacuerdos. Entre los puntos convenidos está la aplicación de la Directiva Ministerial 16. “La jornada laboral se debe discutir con los consejos directivos y con los maestros, mediante un proyecto que presente el rector a la Secretaría, en donde incluya las horas dentro o fuera de la institución. Aquí se respeta la permanencia de las 30 horas y con un proyecto se justifica se justifican los días”, manifestó Carlos Gómez Jiménez, Presidente de Sindimaestros.
También están discutiendo la política educativa, buscando una concertación que favorezca tanto a las niñas y niños como a los maestros y maestras del departamento. “Tenemos la política de que todo aquello que beneficia al maestro beneficia a los niños. Lo primero que vamos a estimular es el buen ambiente escolar. También vamos a estimular el trabajo en las zonas rurales, en las áreas más alejadas con becas para que los docentes puedan acceder a posgrados y maestrías en las universidades públicas de Boyacá”, dice Gómez Jiménez.
Otro aspecto positivo es promover premios para los mejores PEI, a los índices de retención y a la disminución de los índices de deserción. Para aquellas escuelas y colegios que necesiten reparaciones o ampliación de infraestructura, se conseguirán los recursos con el fin de mejorar la calidad. “Estamos apuntándoles a que las familias desplazadas y que se encuentran en los centros urbanos, vuelvan al campo, que es la fortaleza de nuestro país”.
La mayor discrepancia es que no se ha podido definir un encuentro en cuanto a la posición de los mal llamados maestros excedentes. La gobernación le quiere dar autonomía para designar maestros sobrantes a los rectores con la aplicación del Decreto 520 en toda su extensión.
Sindimaestros considera que las asignaciones académicas se deben mantener en la sede de trabajo. En Boyacá, las sedes de una misma institución educativa pueden quedar bastante distantes entre sí, sobre todo en las zonas rurales. Así que los cambios de un docente dentro de la institución y sus sedes podrían irrespetarlos criterios de traslado. Por consiguiente, los rectores no pueden tener la autonomía de mover a los maestros dentro de las diferentes sedes de la institución.
Para erradicar esta problemática, el verdadero trabajo de Sindimaestros está en bajar los índices de números de estudiantes por maestros, con el objetivo de evitar el hacinamiento, que los educadores no se queden sin carga académica y que más escuelas rurales sean cerradas debido a la aplicación de los parámetros arbitrarios que maneja el Ministerio.