Riohacha, 21 de junio de 2014.
Desde hace años atrás, Sintracarbón, en su condición de sindicato líder de la región, emprendió la misión de sindicalizar a los trabajadores tercerizados al servicio de la transnacional Carbones del Cerrejón y que éstos, a su vez, tuvieran la posibilidad de mejorar las condiciones laborales a través de la firma de convenciones colectivas de trabajo. Al inicio de esa tarea, no se entendía cómo era posible que en el complejo carbonífero a cielo abierto más grande del planeta, en donde trabajan cerca de 12 mil personas, entre directos y tercerizados, solo 3500 (un 30%) gozaran de tan elementales derechos constitucionales.
Hoy, aun faltando mucho por hacer por el compañero tercerizado, más de 2500 están afiliados a un sindicato, la gran mayoría a Sintracarbón. Igual esta organización sindical ha suscrito convenciones colectivas con las empresas contratistas más representativas, que significan mejoras en las condiciones laborales.
No es fácil. Se choca a veces con un grupo muy reducido de trabajadores directos, que quisieran ver primero resueltos sus problemas antes de acompañar en la solución de la problemática del tercerizado. Igual, existe una dirección territorial Guajira del Ministerio de Trabajo, pusilánime en extremo ante el poder del capital. Se choca también con la poca aptitud gerencial de las empresas contratistas de Cerrejón, que asocian la sindicalización y la mejora en las condiciones laborales de sus trabajadores con su baja competitividad. Y, sin vacilación lo decimos, se choca con una multinacional como Cerrejón que llama a competir a quienes oferten más barato como proveedores de bienes y servicios, en detrimento del costo de la mano de obra.
Esto último, ocurre con el contrato de vigilancia. Este servicio era suministrado por la empresa Sepecol Ltda., a quien con mucha lucha logramos sindicalizarle a muchos de sus empleados con sitio de trabajo en Cerrejón y, además, logramos suscribir una convención colectiva de trabajo que mejoraba las condiciones laborales, sociales y de salud.
ocupacional. Varias cláusulas estaban ligadas al nuevo contrato que nunca llegó, porque la administración de Cerrejón para “ayudarle” a Sepecol a incumplir lo pactado, se limitaba a prorrogarle el contrato anterior (práctica acostumbrada con las contratistas con quien hemos suscrito convenciones colectivas).
Luego Cerrejón selecciona como proveedoras del servicio de vigilancia a las empresas Vise Ltda. y Vigilancia Guajira. Esta última, quien ya prestaba servicios en Cerrejón en el área sur de la mina, es el prototipo de empresa que ven a los sindicatos y a sus líderes como enemigos. De hecho, ha emprendido una serie de artimañas que atentan contra el derecho de asociación y negociación colectiva. Todo lo anterior lo hemos denunciado ante la regional del Ministerio de Trabajo y ante la administración de Cerrejón. El ministerio no hizo lo que lo correspondía y Cerrejón la premió ampliándole el contrato de prestación de servicios.
Con ese panorama, lo normal es que las nuevas empresas contraten a los actuales vigilantes. Se ahorran el entrenamiento, la exigencia de experiencia y los estudios personalizados de seguridad. Pero no. Han establecido un filtro sospechoso, al cual seguramente no pasará quien se haya atrevido a sindicalizarse en el pasado. Además, tenemos entendido, que pretenden contratar solo personal residente en la periferia del Cerrejón para ahorrarse transporte y sitios de descanso, con los riesgos que eso significa para la salud y seguridad en el trabajo. Debemos añadir, que por esta restricción dejarían de contratar a un grueso número de trabajadores con 10, 12, 14 años y más de experiencia en Cerrejón.
La responsabilidad mayor de este actual problema es de Cerrejón, como contratante, y su programa de ahorro de costos denominado “Compite”, en donde prima el bajo valor de la oferta por encima de consideraciones con el recurso humano. Asimismo, los hacemos igual responsables de las consecuencias de las acciones de hecho que hoy ejecutan un grueso número de damnificados de “Compite”.
Para los protestantes, nuestro respaldo en la defensa de sus justas peticiones. Cuenten con nosotros, no somos ajenos a su lucha. Ya lo hemos apoyado en acciones de protesta, posterior a la asignación del nuevo contrato; y desde el primer momento que conocimos de la protesta actual, hemos suministrado apoyo logístico y estado prestos para reclamar a la empresa Cerrejón, a las empresas contratistas de vigilancia, a la alcaldía de Albania (Guajira) y a los entes de control de Estado, la solución a este inmenso problema social.
Por último, menester es demandar respeto por parte de algunos aparecidos, que desconociendo los esfuerzos de Sintracarbón por los compañeros tercerizados –muchos de ellos, afiliados nuestros-, pretenden inculpar a esta organización de las perversidades que cometen los patrones y que ellos no son capaces de denunciar. Sintracarbón, organización gloriosa y luchadora, defiende derechos, no los vende. Igual, no participa en la adjudicación de contratos del patrón, ni comulga con los contratos sindicales.
Hemos conocido de comunicados rastreros y agresivos en contra nuestra, aparentemente hechos por falsos redentores de última hora. Actitud detestable, propia de quien sabe de la debilidad de sus principios.
¡Viva la lucha de los tercerizados!
¡Por el respeto del derecho al trabajo… adelante!
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL
SINTRACARBÓN
Mayores informes:
Jairo Quiroz (Presidente), celular 317 6577471
Hernán Bermúdez (Prensa y Propaganda), celular 317 6577563