En el Tribunal, realizado esta semana en Bogotá, participaron personajes y magistrados reconocidos a nivel mundial, quienes escucharon las denuncias de las diferentes organizaciones sindicales. Sintraunicol fue una de ellas.
Gonzalo Guerrero, Presidente de Sintraunicol, dio un resumen de las denuncias interpuestas por su sindicato. La primera de ellas es sobre lo que ocurre en la Universidad Nacional sede Bogotá, donde desde la rectoría de Moisés Wasserman se “está violando la libertad sindical, los derechos a la negociación colectiva y a la asociación con la supresión de la planta de cargos de servicios generales y vigilantes”.
También el conflicto de la UIS, donde el actual rector, auspiciado por el gobierno, aspira a un tercer periodo a pesar de que tiene investigaciones en la Fiscalía y en la Procuraduría en su contra, por presuntas relaciones con grupos paramilitares. Además, el Consejo Superior de la UIS está dilatando el proceso de elección sólo para favorecer a Camacho Pico.
En la Universidad Tecnológica de Pereira, el rector reelegido es cuestionado por corrupción; el de la del Quindío, por nepotismo, ya que ha favorecido a sus familiares en los cargos; el de la Universidad de Cundinamarca tiene presuntas alianzas con paramilitares y, mediante la estigmatización, está acabando con el sindicato; el de la de Antioquia tiene en inestabilidad laboral a 1.600 trabajadores; en la Universidad Central del Valle, el rector Jairo Gutiérrez Obando persigue la organización sindical, unos días antes de la presentación en un evento excluyó a la presidenta de la subdirectiva de Sintraunicol en Tulúa, Damaris Barragán, para que no expusiera su investigación.
Pero el reclamo general de Sintraunicol es por la expedición del Decreto 1092 el 24 de mayo por parte del Gobierno Nacional, en el numeral 7 es claro en que los empelados públicos pueden negociar pero están excluidos los asuntos laborales, es una estrategia “de seguir favoreciendo a las multinacionales bajo el sofisma de las confianza inversionista”.