HUMBERTO POLO CABRERA, 28 de Julio de 2014
Director Departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente CUT
Las noticias mediáticas sobre las sequías y la escasez de agua en Colombia, nos lleva a recordar en contraste, la larga temporada invernal vivida entre 2010 y 2012, la cual afrontó el Gobierno Santos en sus inicios de período con grandes anuncios y promesas que solucionarían las inundaciones a futuro en el país, pero que al poco tiempo se olvidaron y fue la naturaleza misma la que evidenció la incapacidad de los gobiernos y la política ambiental para manejar adecuadamente los retos que impone el cambio climáticos.
Recordemos, que el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos, declaró la «Emergencia Económica, Social y Ecológica» y la «situación de Desastre», para afrontar la grave emergencia por las inundaciones y los deslizamientos que ocasionaron las lluvias en Colombia. El estado de excepción fue por 30 días, que podían prolongarse hasta 90 días por las lluvias e inundaciones, que fueron catalogadas como las peores en los últimos 40 años en Colombia.
En esa época el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en su informe emitido el 12 de agosto de 2010, informó que de los damnificados por las lluvias, se encontraban 10.303 personas afectadas y en total 1.819 familias; 160 familias que representan 800 personas damnificadas pertenecen a comunidades indígenas; 9 viviendas quedaron destruidas; 172 casas resultaron afectadas y 165 semidestruidas; El 75% de la población rural del Municipio Maicao quedó damnificado. Estos datos en lo que tiene que ver con la Guajira centro de las noticias, hoy por la sequía y la escasez de agua.
La Central Unitaria de Trabajadores de Colombia “CUT”, se pregunta hoy, ¿cuál es el estado de las obras y medidas que se adoptaron para evitar los desastres por inundaciones en el país y que fueron anunciados por el Gobierno Santos? Teniendo presente que, igual que en el 2010 el nuevo período del reelecto Presidente Santos arranca en esta ocasión en medio de un largo periodo de sequía y escasez de agua, que ya muestra estragos en la población y en la economía del país.
La crisis que afrontan diversas regiones del país, hoy por la severa sequía y el desabastecimiento de agua potable, como consecuencia del llamado Fenómeno del Niño, al cual se le culpa de todos los fenómenos ambientales que causan desastres en este país y con el que se oculta el fracaso de la política ambiental, el mal manejo del recursos hídricos y la grave afectación que ha traído la intensificación de la extracción de recursos naturales, como: el petróleo, el carbón, el oro, la madera y otros que están desbastando páramos, bosques y ecosistemas estratégicos para la conservación y mantenimiento del recurso hídrico; son una muestra del fracaso de la política gubernamental para la sostenibilidad del medio ambiente, el agua y la vida.
La agroindustria y la agricultura intensiva desarrollada sin tecnificación alguna, son las otras actividades que se apropian del recurso hídrico de forma ilegal en la mayoría de los casos, sin que las autoridades ambientales regionales, actúen en la regulación del uso y mucho menos en la mitigación de los estragos que genera estas actividades sobre el medio ambiente, como: la desertificación del suelo, la pérdida de la vegetación nativa y la biodiversidad, así como el uso de caudales de agua sin ningún control y sin ninguna contribución para remediar los daños que ocasiona al medio ambiente.
Los colombianos tenemos que alzar nuestra voz de protesta y salir a las calles a mostrar nuestro inconformismo por la forma como la politiquería y la corrupción están depredando nuestro país, saqueando todos nuestros recursos naturales sin ninguna consideración, haciendo de nuestros páramos y montañas, desiertos para la muerte. Esto no se justifica cuando Colombia cuenta hoy con 3.000 mm/años de agua atmosférica, 2.112 km3/año de agua superficial, 158.000 km3/año de agua subterránea y 929.000 km3 de agua oceánica y marina.
La crisis de escasez de agua y sequía es un mal crónico que afrontamos los colombianos como consecuencia de la carencia de una política pública ambiental cierta y no demagógica y mediática como la que está proponiendo el Gobierno; cargándole la responsabilidad al pueblo colombiano, eximiendo a las transnacionales petroleras, carboneras y mineras de toda responsabilidad, así como las transnacionales agroindustriales; que son las que están ocasionando los desastres ambientales más severos del país.
La Central Unitaria de Trabajadores de Colombia “CUT”, exige al Gobierno Nacional, la construcción de una política pública ambiental de administración de los recursos naturales y el agua, que consulte los verdaderos intereses del pueblo colombiano y no una política ambiental para la corrupción y el despojo de la riqueza natural de los colombianos. Teniendo presente los dos fenómenos naturales que le ha correspondido vivir en carne propia; sería de tontos, no tomar las medidas correctivas que a futuro impidan repetir estos desastres con las concebidas consecuencias para la población más vulnerable del país.
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