{image}http://eldia.co/images/stories/120412/004.jpg{/image}En Cartagena, la contratista CBI bloqueó el ingreso de cerca de 4.000 trabajadores a sus puestos de trabajo. Esta actitud motivó la protesta de los obreros, quienes resultaron agredidos en un intento de desalojo por parte la fuerza pública.
El contraste que se evidencia en Cartagena por estos días se refleja claramente en la sede del proyecto de ampliación de la refinería de esa ciudad. Los trabajadores aceptaron la prórroga de Reficar-CBI para sentarse a negociar. Sin embargo, ayer jueves, las áreas laborales fueron totalmente militarizadas y se les impidió el paso a los obreros. Es más, sus carnés fueron bloqueados.
CBI (Chicago Bridge & Iron Company), principal contratista de proyecto, adujo que recurrió al bloqueo por cuestiones de seguridad. Pero el sindicato sabe es una respuesta para negar el diálogo y las salidas negociadas a las peticiones de los obreros. “Los trabajadores vienen reclamando de la empresa y de la organización 6 puntos que están sobre la mesa. Peticiones que van desde el respeto como seres humanos hasta el tema salarial, que no es competitivo con respecto a la industria petrolera”, señaló Edwin Castañeda, Presidente de la USO Cartagena.
Desde el inicio del proyecto, Reficar y CBI se han caracterizado por su trato denigrante para con los trabajadores y por su desconocimiento de la organización sindical. De ahí que la principal exigencia de los obreros sea “dignidad por parte de personal extranjero, supervisores y capataces que creen que regresó la época de la esclavitud. Que se reconozca el principio de igualdad salarial entre trabajadores nacionales y extranjeros, cuando realizan la misma actividad o el mismo cargo”.
Esa actitud degradante por parte de la empresa no ha cambiado con el paso del tiempo. Durante la instalación de la mesa de negociación se negó a concertar los puntos y obligó a un aplazamiento hasta el 27 de abril para dar sus respuestas. En horas de la mañana de este jueves, la fuerza pública arremetió contra los trabajadores en pos de desalojarlos de la entrada principal a la refinería, donde todavía se mantienen; pero ellos no lo permitieron.
Juan Manuel Santos quiere dar la imagen de que en Colombia se respetan los derechos de los trabajadores y, por eso, prohibió las manifestaciones en Cartagena durante el fin de semana de la ‘Cumbre de las Américas’. Los obreros de la refinería aseguran que se mantendrán en lucha hasta que se resuelva su problemática y, de paso, le dan una muestra al mundo de cómo el Gobierno colombiano resuelve sus compromisos en materias de derechos humanos, derechos laborales y libertades sindicales.
