{image}http://imagen.eldia.co/albums/sintraunicol/reunion-22-de-junio-de-2012/reunion_sintraunicol_22junio2012.jpg{/image}Las condiciones que contribuyeron a la formación de Sintraunicol Universidad Cooperativa son las mismas que prevalecen hoy y que justifican porqué las directivas se niegan a negociar con el sindicato. La conclusión es que quieren seguir aprovechándose de los trabajadores por medio de cooperativas.
Alejandro Camacho, Vicepresidente del Sindicato de la Universidad Cooperativa de Colombia, explicó el conflicto interno y las circunstancias que llevaron a la creación de Sintraunicol Universidad Cooperativa, lo cual, a la vez, está muy relacionado con que la administración del claustro hoy no quiera aceptar a la organización sindical.
Camacho relata que desde sus inicios, “la Universidad Cooperativa dejó el tema de la contratación directa a los profesores, a los trabajadores y a sus funcionarios en manos de una cooperativa de trabajo asociado, denominada Omuna. Entonces, se mal acostumbraron porque todas las decisiones estaban en manos de la dirección de la universidad. La Universidad Cooperativa de Colombia es una universidad especial. Tuve que viajar a Europa a un seminario y allí me enteré de que la única universidad de carácter cooperativo y solidario era la nuestra, eso me sorprendió, pensé que había muchas universidades de ese tipo. Claro está que en su organización no funciona a partir de sus trabajadores, funcionarios y profesores. La manejan unas cuantas cooperativas, organizadas por ellos y ellos fungen como dueños de la universidad; y crearon una cooperativa especializada para la contratación”.
Cuando la universidad tuvo interés de iniciar su proceso de reconocimiento ante el Ministerio, en lo que tiene que ver con la alta calidad académica, lo primero que preguntaron los pares que venían del Ministerio es “¿dónde están los trabajadores y los profesores, esta universidad tienen muy poquitos?” No había, porque muy pocos estaban en nómina.
Camacho prosigue: “Hace muchos años existe un sindicato de base, Sintracoop, y este sindicato tiene aglutinados cerca de 25 a 30 trabajadores de vieja data. Ellos negociaron un pliego de peticiones pero que sólo les convenía a ellos. Por circunstancias de la vida laboral, en la entrada en vigencia del TLC, una de las exigencias para el país era detener el trabajo tercerizado. Entonces, la Universidad tuvo que contratar a los trabajadores, profesores y funcionarios. Nosotros optamos por acceder al derecho que nos otorgaba la Constitución, el derecho a la organización; por una organización que no negociara por 25 ó 30 trabajadores, sino por cada uno de los trabajadores, profesores y funcionarios de la universidad”.
El problema actual es que la administración se resiste a reconocer a Sintraunicol, porque en ese momento tendrían que reconocer también los derechos de sus trabajadores; sólo que esta renuencia no es sino un obstáculo para los sindicalizados que seguirán en la lucha hasta que mejoren sus condiciones laborales.