MOVILIZACIÓN SOCIAL EN DEFENSA DEL GOBIERNO DEL CAMBIO, LA PAZ Y LAS REFORMAS SOCIALES Y, EN RECHAZO A UN GOLPE DE ESTADO

El entrampamiento desatado por la Fiscalía General de la Nación contra el presidente Gustavo Petro para acusarlo de que en su campaña ingresaron dineros ilegales, aprovechando las desafortunadas e ilícitas actuaciones de Nicolás Petro y su exesposa Daysuris Vásquez, acusados de enriquecimiento ilícito y lavado de activos, quedaron desvirtuadas por los mismos acusados, quienes en reiteradas declaraciones han señalado una y otra vez que Gustavo Petro y Ricardo Roa, nunca conocieron de dineros aportados por ellos, por el contrario, sigue generando incertidumbre que la Fiscalía, los medios de comunicación y la extrema derecha, lo silencien.

Con este accionar armaron un tinglado en toda la regla para generar las condiciones políticas que permitieran los trámites ante el Congreso para declarar la indignidad del presidente y por tal su salida. Es decir, un golpe blando al estilo de lo acaecido en Brasil con la revocatoria de Dilma Rousseff, el arresto por dos años de Lula da Silva y la llegada de la extrema derecha con la elección de Bolsonaro, que por fortuna hoy se ha revertido con la presidencia de Lula, pero con costos altísimos para las fuerzas democráticas y la vida material del pueblo.

Debemos advertir que este empeño de revocar el mandato de Gustavo Petro continuará como un objetivo de las fuerzas más oscuras y reaccionarias del país y aprovechará hechos y circunstancias en la lucha política para su torticero propósito.

El Gobierno del cambio con sus acciones y en particular con las políticas públicas, apunta a llenar de contenido el proceso de transición democrática que empezamos a vivir y a escribir quienes apoyamos el programa Colombia Potencia Mundial de la Vida y, en correspondencia con los hechos, defendemos en las calles. Articular y coordinar los intereses y necesidades de lo nacional con lo territorial, será prenda de garantía de avances frente a una democracia y bienestar para todos y todas. La distribución de la riqueza nacional debe tener como fundamento la justicia económica y tributaria, la justicia ambiental, la paz total y la justicia social. Lo territorial y la democracia deben ser conceptos que permitan valorar lo planteado en este acápite.

En medio del show mediático contra el gobierno del cambio, se cumple un año de avances en políticas públicas que benefician al pueblo.

Al respecto debemos decir que el balance es positivo y que todas las previsiones apocalípticas hechas por la institucionalidad neoliberal y la extrema derecha han estado alejadas de la realidad.

La reforma tributaria progresiva ha permitido importantes recursos para la inversión social, el Plan Nacional de Desarrollo- PND aprobado, integra positivamente los ejes claves del programa del cambio, como son la paz total, la justicia social y la justicia ambiental.

En paz total, el acuerdo del gobierno con el ELN establece un cese bilateral al fuego y la creación del Comité Nacional de Participación de la sociedad civil, donde la CUT tiene asiento. La justicia social ha avanzado con las mejoras en el poder adquisitivo del incremento en el salario mínimo y en el de los estatales por encima de la inflación, la cual ha venido descendiendo, el desempleo ha caído a un dígito, el peso se revalúa frente al dólar. Adicionalmente a la agenda social del gobierno contemplada en el PND, se complementa con la presentación al Congreso de las reformas de salud, pensiones, laboral, educación superior, servicios públicos y el Sistema General de Participaciones-SGP, que prevén restablecer derechos a la población, mayores recursos para su atención y se establece al campesinado como sujeto de derechos. En conclusión, un buen balance.

El informe de Andrés Idárraga, secretario de transparencia de la Presidencia de la República da a conocer cómo el país se ha sumido en los últimos 30 años en una profunda corrupción e impunidad, eso se refleja también en entidades del estado y en empresas como Ecopetrol. El gobierno debe promover transformaciones inmediatas para rescatar el patrimonio público del nepotismo y corrupción de gobiernos anteriores.

Sin embargo, dado el contexto político arriba mencionado, el destino de la aprobación de las reformas sociales y del resultado electoral para el programa y gobierno del cambio, tiene serias dificultades ante las mentiras y engaños que, sobre una y otra, se hace desde la extrema derecha y de varios sectores económicos y políticos vinculados al establecimiento neoliberal, encaminados a bloquear las reformas sociales en el Congreso y ver cómo crean incertidumbre y desconfianza en las candidaturas de los partidos y movimientos del cambio y la democracia, en las próximas elecciones territoriales.

La CUT realizará las acciones y gestiones necesarias para buscar, con el apoyo de las autoridades administrativas del trabajo, que los conflictos laborales afrontados por las organizaciones sindicales en las regiones tengan mayor interés y se logren soluciones efectivas en beneficio de los trabajadores, como sanciones ejemplares a los empleadores y sus representantes, por vulnerar los derechos humanos fundamentales al trabajo, la libertad sindical y la negociación colectiva.

La CUT le apuesta a fortalecer organizativamente el campo popular y su relacionamiento con el Gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez, profundizando las transformaciones sociales más allá de lo establecido en el programa de gobierno, estará condicionado a la lectura que tengamos del momento y este periodo histórico. Nuestra tarea es que las amenazas latentes, no maten la esperanza que hoy tenemos en Colombia.

Esperamos de este gobierno mejoras en una comunicación efectiva y en la ejecución presupuestal, además, que en el proceso de verdad, justicia, reparación y no repetición, se garantice integralmente el cumplimiento e implementación de los acuerdos con las organizaciones sociales, que redunden en una mayor confianza y por supuesto una gobernabilidad y avances del cambio.

En el nuevo momento político que vive nuestro país, los intereses de clase en juego, el papel del gobierno, de los gremios económicos y los medios de comunicación, exigen del campo popular, actuar y buscar salidas concretas.

Tal como lo ha reiterado la CUT, en este pulso político entre la reacción y los cambios progresistas y, con el fin de ayudar a estos últimos, un instrumento clave es favorecerlo con la más amplia movilización social en las redes y en las calles, acompañada de una estrategia comunicativa y pedagógica del cambio y la conformación de espacios de coordinación de las organizaciones sociales y políticas, para ampliar la participación y lograr un Acuerdo Nacional, que permita que las fuerzas democráticas, progresistas y de izquierda, defiendan el cambio, logren acuerdos de mayorías en el Congreso y en las elecciones territoriales del próximo 29 de octubre.

En desarrollo de todo lo anterior, la CUT propone la realización de una vigorosa, masiva y pacífica movilización en todo el territorio patrio para el próximo 20 de septiembre y en este sentido se dispone a realizar las acciones necesarias de coordinación y programación con las organizaciones sociales y políticas que nos permita en unidad de acción, defender la paz, el programa del gobierno del cambio, sus reformas sociales y que rechace las intentonas conspirativas de romper la democracia con un golpe de estado.

Estamos ante un momento histórico en el que los anhelos de libertad y justicia se abren camino en el sentir de millones de colombianos. El movimiento democrático en su conjunto, los sectores populares, alternativos y revolucionarios, de múltiples maneras hemos sembrado y regado la semilla del cambio. Gracias al esfuerzo abnegado de generaciones anteriores y esta, presenciamos una transformación en la consciencia del pueblo colombiano para construir un proyecto de país alternativo con el gobierno del cambio, que, en este proceso de transición democrática, avance en la democratización de la economía, la política, la cultura y en lo laboral le apueste con políticas públicas, no solo de gobierno sino de estado, al trabajo digno y decente. La reforma laboral es un comienzo que necesariamente implica profundizar los procesos de transformación social, en donde el campo popular protagonice aún más formas de poder, que beneficien a la población y la sociedad en general.

Por paz, justicia económica, social, ambiental, trabajo digno y decente.

Bogotá, agosto 11 de 2023.

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