Sintraemsdes Subdirectiva Bogotá no se puede sustraer de este tema. Su posición es que existe una gran oportunidad para que la EAAB-ESP entre a prestar de manera directa el servicio público domiciliario de acueducto y alcantarillado en el perímetro urbano de los municipios circunvecinos al Distrito, manteniendo su tarea de ser una empresa responsable con el manejo ambiental y social.
En el análisis de la crítica situación, la organización sindical destaca un punto importante, la EAAB-ESP es una Empresa Industrial y Comercial, prestadora deservicios públicos domiciliarios y en primera medida fue destinada a satisfacer el consumo humano en el perímetro urbano del Distrito Capital. Posteriormente, se le facultó para prestar el servicio en el perímetro urbano a los Municipios Circunvecinos: Cajicá, La Calera, Sopó, Tocancipá, Funza, Madrid, Mosquera y Chía. En algún punto entre otra facultad, la empresa perdió su rumbo y terminó prácticamente regalando miles de litros de agua a empresas intermediarias que se lucraban de ello.
También se debe tener en cuenta que la venta de agua en bloque aún no ha sido normada, la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), no es competente para regular esa venta y, por lo tanto, la norma que dictaminó sobre este tema es ilegal y debe ser derogada. Adicionalmente, la mayoría de los convenios o contratos con los municipios de Cundinamarca se encuentran vencidos y a la fecha no han sido renovados. Sin embargo, la situación se torna complicada con la venta de agua en bloque a personas naturales o jurídicas que le vienen dando una destinación distinta a la del consumo humano.
Un ejemplo de ello es que la EAAB suministra agua en bloque a Aguas de la Sabana en la calle 80, desde ahí esta empresa ha tendido redes para desarrollar principalmente la zona industrial del municipio Cota, y también en los municipios de Funza y Tenjo, áreas que se encuentran por fuera del perímetro urbano de estos municipios. Algo similar, con esta misma empresa, ocurre en La Calera. Lo peor es que del contrato con Aguas de la Sabana tan sólo aparecen los pagos a partir de enero de 2008, pero la suscripción del contrato inició el 13 de mayo de 2005, las facturas del periodo comprendido entre enero de 2005 y diciembre de 2007 no aparecen. Y lo mismo sucede con el contrato con Aquopolis.
Tras este análisis, Sintraemsdes Bogotá le da la razón al Gerente General de la empresa en la negativa de suministrar agua en bloque. Más bien, el sindicato exige que los servicios domiciliarios de acueducto y alcantarilla no se presten de manera directa en los municipios circunvecinos, eliminando los intermediarios y llegando a acuerdos interinstitucionales público–público para controlar el abastecimiento, y, así, se armonicen las relaciones con las autoridades municipales. Pero, al mismo tiempo, reclama que se adelanten las investigaciones y se clarifiquen las responsabilidades de los vacíos en los contratos y las pérdidas de recursos. Pero, más importante, que la empresa solicite la modificación de las concesiones otorgadas, para que estas queden a su favor.
