ENCUENTRO NACIONAL POR LA FORMALIZACIÓN
Bogotá D.C.– JULIO 28-2014
La informalidad, superior al 60% , la tercerización y diversas formas de intermediación en el trabajo fundamentadas en la inestabilidad; la precarización laboral, el desempleo y la pérdida de importantes garantías y conquistas de los trabajadores y trabajadoras colombianos, son consecuencia directa de la liberalización de la economía desde finales de los años 80 acompañada de la liberalización arancelaria, reestructuración del estado, privatizaciones, destrucción del aparato productivo, absorción del capital nacional por el capital multinacional y entrega de sectores vitales de la economía, los servicios y actividades propias del estado en materia de derechos fundamentales al capital financiero de origen nacional y multinacional, política económica en la cual han sido partícipes quienes desde Virgilio Barco hasta el ahora reelecto presidente Santos han ocupado el palacio presidencial.
Las leyes 50 de 1990 y 789 de 2002, la Ley 100 de seguridad social, el acto legislativo 01 de 2005 con profundas reformas en contra de los trabajadores y trabajadoras, arrasaron con garantías fundamentales para los trabajadores colombianos como la estabilidad, la cobertura de los contratos de trabajo, las penalidades por despidos, las horas extras, las cesantías retroactivas, el sistema pensional y las restricciones en el derecho de asociación y negociación colectiva. Como si esto fuera poco, florecieron en el país en el sector público y en el privado, las formas más agresivas de vinculación indirecta o intermediación laboral, al cual más osada en materia de esquivar los justos y legales reconocimientos por la actividad laboral con la finalidad principal de abolir la estabilidad en el trabajo como condición fundamental para evitar la sindicalización y de paso la negociación colectiva. Esta feria de ataques a la dignidad en el trabajo comenzó con los contratos de servicios, las OPSs, las empresas temporales y el outsorcing en los años 90, las Cooperativas de Trabajo Asociado, las SAS y los contratos sindicales en lo corrido de este siglo. Todo lo anterior, con la anuencia del gobierno que hace demagogia y propaganda, expidiendo normas supuestamente para controlar estos desafueros, con lo cual hace campaña internacional de país en progreso en materia sindical, pero que terminan siendo normas inocuas, de textos no concertados con el movimiento sindical expedidas para legitimar el estado de cosas a favor de los empleadores, mas no para garantizar contratos de trabajo o empleos directos y estables para los trabajadores y trabajadoras. El mejor ejemplo de ello es el de las Cooperativas de Trabajo Asociado las cuales siguen existiendo a pesar de las normas expedidas, por la inacción estatal. En razón de lo anterior hay dos cosas ciertas: Primera: El origen de la tercerización, la precarización y la informalidad está en el mismo gobierno, el empleador con mayor cantidad de empleos sin relación directa. Segunda: año tras año nuestro país ha sido objeto en las Conferencias de la OIT de debates, sanciones y requerimientos entre otros por este motivo, como aconteció el pasado mes de Junio en el que nuevamente fue incluido en la lista de los 25 países llamados a rendir cuentas ante la comisión de Normas por el Convenio 81.
En cuanto al contrato sindical, figura en la cual el sindicato se convierte en proveedor de mano de obra, reforzado con los remozamientos normativos del gobierno de Uribe y la anuencia del gobierno actual, vemos que este se ha convertido en uno de los
instrumentos favoritos para la tercerización o intermediación laboral, e inclusive para engañar a la opinión internacional con un supuesto crecimiento de la afiliación sindical y la negociación colectiva en el país. Ratificamos nuestro desacuerdo con esta forma de intermediación e invitamos a quienes lo practican a abandonar su utilización. El contrato sindical debe erradicarse de la normatividad nacional y de la práctica sindical por constituirse en una desviación del objeto de los sindicatos, los cuales nacieron simple y claramente para defender los derechos de los trabajadores, no para hacer de patrón de los obreros, mercadear con su fuerza de trabajo ni mucho menos servir a las estrategias neoliberales de precarización del empleo. Es tan contrario el contrato sindical a los principios del sindicalismo, como las llamadas cooperativas de trabajo asociado a los principios del cooperativismo.
Llama la atención la forma como se adoptan diversos esquemas de tercerización en los diferentes sectores de la actividad económica: los corresponsales bancarios en el sector financiero, los contratistas en el minero energético; CTAs, SAS y Contratos sindicales en el sector de la salud, plantas paralelas, provisionalidades y encargos en el sector estatal; aliadas en el sector de las telecomunicaciones, solo para mencionar algunos.
Mención especial merece el sector salud en donde las cifras demuestran que constituye el sector de mayor tercerización en el país pero que además es el mismo gobierno el del peor ejemplo en esta materia, lo cual debe continuar siendo denunciado a nivel nacional e internacional.
Toda esta política ha ido de la mano con los Tratados de Libre Comercio-TLCs que se han venido firmando y negociando, los cuales llevan implícita la garantía a las multinacionales de empleo barato y precario para el incremento de sus ganancias. Esto ratifica que los TLCs son incompatibles con los derechos laborales, la estabilidad, el empleo decente y la libertad sindical. Por esta razón el movimiento sindical debe mantener la posición de no avalar cláusulas laborales o similares, no vinculantes por demás, usados como pretexto por los gobiernos colombianos y sus pares de los países suscribientes, para pretender que se respalde, por parte del movimiento sindical y la sociedad estos Tratados.
Los resultados de esta política de tercerización ha sido tan agresiva y regresiva que los resultados son desastrosos:
En 1994 había 14 millones de colombianos trabajando de los cuales 8 millones eran asalariados, 4 millones independientes y 2 millones informalizados. Hoy hay 22 millones de colombianos trabajando. 7 millones son asalariados y 15 millones informalizados.
De los asalariados solamente el 45% está en el régimen contributivo y el 22% solamente tiene contratos a término indefinido.
El desempleo se mantiene en un numero permanente de 2.6 millones de personas desde hace más de una década que son principalmente de los estratos bajos, mujeres y jóvenes.
Las bajas en los índices de desempleo y la reducción de la pobreza de que hace alarde el gobierno, son a base de modificación de las metodologías de medición.
El 63% de los colombianos tiene empleos de mala calidad. El 80% gana menos de dos salarios mínimos y el 47% menos del Mínimo. Hace 10 años este índice estaba en el 20%.
Entre los años 2002 y 2010 no se ha modificado el número de asalariados.
El salario mínimo cubre menos del 50% del costo de la canasta familiar.
El 70% de los trabajadores de hoy no son beneficiarios de primas, cesantías y otras bonificaciones.
Los salarios de los colombianos pasaron de ser el 36% del PIB en el año 2000 al 32% en el 2010.
La informalidad hoy es superior al 60%. Solo el 44% de los asalariados está en el régimen contributivo, el 31% en un fondo de cesantías, el 29% en una Caja de Compensación y el 37% en riesgos.
El desempleo en mujeres y jóvenes es 10 puntos superior al índice nacional.
La reforma tributaria aprobada el año anterior, constituye una reforma laboral al descargar en los trabajadores nuevas y mayores cargas fiscales, para cubrir las exenciones hechas al gran capital.
Por lo anterior el movimiento sindical colombiano debe adoptar como política central y apoyado en la movilización, la lucha por la formalización laboral lo cual lleva implícito el rechazo a toda forma de intermediación en el empleo y reivindicar como única forma de relación laboral en el sector privado o público, el contrato directo y la vinculación directa respectivamente con carácter indefinido.
La jornada mundial anual por el trabajo decente, del 7 de Octubre, debe constituirse en la jornada nacional contra la tercerización y por la formalización como principal acción de movilización, acompañada de la denuncia nacional e internacional, el debate en la Comisión Nacional de Concertación, la acción parlamentaria y la lucha de las organizaciones sindicales por la incorporación a las plantas de personal de todos los trabajadores y trabajadoras.
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES-CUT
LUIS ALEJANDRO PEDRAZA B. FABIO ARIAS GIRALDO
Presidente Secretario General
CONFEDERACION DE TRABAJADORES DE COLOMBIA-CTC
LUIS MIGUEL MORANTES ALFONSO ROSA FLEREZ GONZALEZ
Presidente Secretaria General
FEDERACIONES Y SINDICATOS INTERNACIONALES
CARLOS BUSTOS P.
Industrial
LEONOR C. SIERRA A.
Global Union
JUAN DIEGO GOMEZ V.
ISP
CONSUELO ARAGON G.
Uita
NOHORA TOVAR M. EDWIN DIAZ G.
ICM ITF
SINDICATOS ASISTENTES
SINTRAELECOL SINDITRAC
SINTRAGASQUIMED SINTRATELECORREOS
SINTRAFEL SINTRACARBON
SINTRAVECOL ACEBSINTRAINCOCABLES SINTRAENFI
UNION COMERCIO SINTRACOAL
ACMA ASDEP
SINTRAVIDRICOL ANTHOC
SINALTRAESES SINDESS
FESCOL SINTRACARCOL
FETRAMECOL SINDESENA
UTRAMMICOL UTRACLARO Y MC
OTRAS ORGANIZACIONES
ESCUELA NACIONAL SINDICAL – ENS
Luciano Sanín – Director
PROGRAMA PAIS – FNV
Mauricio Rubiano B – Coordinador
IndustriALL Global Union…tiene agendado en su plan de accion la erradicaciòn del trabajo precario, la intermediaciòn laboral, es por ello que sus afiliadas han tomado con responsabilidad este tema, por considerarlo dañino para la salud familiar y los gobiernos de turno en Amèrica Latina y El Caribe tambièn deben escuchar la voz de los trabajadores y sus familias de tener una vida propia con perspectivas de futuro y no del dìa a dìa, porque eso no es vida, apoyo totalmente la actividad y la accion de los compañeros colombianos, asì como tambìen de nuestra Internacional IndustriALL Global Union.
Señores luchadores por los derechos laborales: C.U.T
Soy un empleado terserizado en el sector salud hace ya mas de siete años, la invitación respetuosa es para que continúen con la lucha de formalizacion laboral , y trabajo digno para el sector salud, y en general para todos los trabajadores del país