Desoyendo el sentir del pueblo colombiano, Juan Manuel Santos está empecinando en aprobar esta reforma, que hace parte del paquete económico de su gobierno. William Gaviria, directivo de la Federación Nacional de Sindicatos Bancarios, Aseguradoras y Afines de Colombia (Fenasibancol), explicó por qué esta reforma es tan nociva.
Las modificaciones vienen desde el gobierno de Uribe, cuando planteó la necesidad de hacer no una reforma pensional, sino financiera. En el 2008 creó los multifondos, con los cuales se le deja al trabajador la responsabilidad y el riesgo por el manejo de especulación que le dan los fondos a los recursos de las pensiones.
En este apartado es necesaria una aclaración. Los cotizantes están obligados a entregar mensualmente un monto de recursos a los fondos privados de pensiones; estos no mantienen esa plata en cuentas inamovibles, sino que están autorizados a hacer inversiones e, incluso, llevarla al mercado bursátil. En consecuencia, existe el riesgo de que esa plata se pierda en una mala transacción. Los fondos pueden reponerla, pero no hay forma de recuperar cantidades muy altas.
Un caso de este tipo sucedió en octubre del 2008, cuando cayó el precio de las acciones y colapsó el mercado bursátil. Se presume que los fondos privados perdieron cerca de 3 billones de pesos en Colombia. En esa época los trabajadores vieron que su saldo de fondo pensional se disminuyó en 200 mil o un millón de pesos, dependiendo de la suma ahorrada.
Para prevenirse de futuras demandas, desde el 2008, les ofrecen a sus usuarios un panorama conservador, otro moderado y uno de alto riesgo. Con la promesa de que en cada acción del panorama puedan perder o ganar más dinero que se suma a sus pensiones, es decir, el alto generará una tasa de rentabilidad más atractiva. De esta manera, dejan que el trabajador decida la posibilidad de inversión y si llegase a presentarse una burbuja especulativa el trabajador no tiene nada qué reclamar. En resumen, los fondos de pensiones le “meten la mano a los fondos de los trabajadores”.
Desde el 2010 y 2011 se habla con fuerza de la “necesidad” de una reforma, básicamente porque, debido a la informalidad y la tercerización, los trabajadores no cotizan tanto y los fondos no recolectan las mismas cantidades de años atrás. Entonces, se pretende ir allanando el terreno para garantizar que los fondos de pensiones sigan teniendo éxito.
Al mismo tiempo, hay una campaña para desestimular la afiliación la ISS, creando un Colpensiones en el que nadie confía. El objetivo es acabar con el régimen de prima media, que es el único que garantiza una pensión con base en lo aportado.
De acuerdo con William Gaviria, el Ministro Rafael Pardo ya ha manifestado que la reforma apunta a que los trabajadores que cotizan más de un salario mínimo en Colpensiones no van a tener la garantía de pensionarse con el régimen de prima media, sino que el resto del aporte irá a un sistema pensional, o sea, los obligarán a estar en un fondo privado, condenándolos a estar sometido al sistema financiero de los fondos privados y poniendo en riesgo su pensión y su futuro.
