Una muestra de ello es el caso del Tesorero de SNTT nacional, Carlos Briceño. Él trabaja desde hace 24 años para la empresa de transportes Flota Blanca S.A. en Bogotá. En continúas ocasiones le han dejado de pagar las quincenas y consignar las cesantías, por su condición de directivo sindical.
La Junta Directiva Nacional y los asesores jurídicos de SNTT se reunieron y decidieron recurrir a una tutela. La armaron en menos de 20 días, y anexaron los soportes de daños y perjuicios, ocasionados por el gerente de la empresa. La tutela falló a favor. El gerente hizo caso omiso. Sin embargo, hace 48 horas, llamaron a Briceño para cancelarle lo adeudado.
Este caso no es aislado, SNTT denuncia una persecución con despidos y amenazadas,por parte de las empresas contra sus afiliados, sus dirigentes nacionales y de las subdirectivas. Los propietarios de las compañías consideran a SNTT como un “monstruo”.
Briceño, luego de ganar la batalla jurídica, explica que el trabajo de la organización se dirige a desmontar la idea de que los sindicatos acaban con las empresas. “Nosotros le hemos dado un vuelco total para hacerle entender a los trabajadores y a los mismos sindicatos que la cuestión no es así. Son los mismos empresarios para robarse los derechos que tenemos como trabajadores. Ahora tenemos claro y tenemos más conocimiento de que si no nos organizamos no ganamos. La unión hace la fuerza”.