Donald Trump es el primer convicto en ser presidente de los EE.UU. Su discurso de posesión es el anuncio de un imperio en declive que aspira a retomar el control planetario sobre la base de recurrir a todas las formas, incluidas las de profundizar la guerra y el mayor intervencionismo sobre las naciones, abandonando incluso varios organismos multilaterales como la OMS y el Acuerdo de París sobre controles y acciones a la grave crisis climática del mundo.
En esta última decisión incorpora el abandono de las políticas verdes y en cambio volver al «oro líquido» con una profundización del uso del petróleo, incluso prohibiendo la importación de coches eléctricos.
Reafirmó su expansionismo territorial anunciando el cambio del nombre del Golfo de México a «Golfo de Los Estados Americanos» y la «recuperación» del Canal de Panamá.
Anunció acciones sobre los inmigrantes, como la deportación de los indocumentados y el despliegue de tropas en la frontera sur para impedir su ingreso.
En términos económicos anunció el incremento de aranceles a las importaciones, muy especialmente de China, esgrimiendo la más amplia batalla por restringir y limitar su poderío en el planeta.
Con la asistencia como invitados especiales de los grandes empresarios Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, dueño de SpaceX y X (antes Twitter); Sundar Pichai, director ejecutivo de Google; Jeff Bezos, director ejecutivo de Amazon; y Mark Zuckerberg, CEO de Meta, además de la derecha internacional, el imperialismo norteamericano caracterizará aún más su aporofobia y las relaciones sociales de producción, que se profundizará, el sistema capitalista imperante.
Trump declaró que el objetivo central de su política exterior sería la restauración de la “grandeza” nacional de Estados Unidos. Se trata de una tarea épica que corregirá la visión equivocada de sus antecesores, y que habría llevado al titán del norte al estado de frustración y sobrecarga en el que se hallaba.
Todo ello traerá un choque con el gobierno colombiano que preside Gustavo Petro en materia de políticas económica, el cambio climático, inmigrantes y control de drogas.
La decisión de suspender y revisar los recursos de cooperación por 90 días en el extranjero, están en la mira de imponer nuevas y mayores intervenciones en las naciones que hoy están en su zona de influencia.
Podemos decir, que es la reafirmación del poder de la extrema derecha en el país más poderoso del planeta con lo cual se agrava el totalitarismo y la intención del mayor dominio imperialista.
La CUT reafirma su indeclinable lucha por la defensa de la democracia, la soberanía y la autodeterminación de las naciones y los pueblos frente a estos graves anuncios del águila imperial y desde ya participará del rechazo a dicha política del gobierno de Donald Trump y hará parte del conjunto de naciones, gobiernos y de fuerzas sociales y políticas que se opongan a las mencionadas políticas imperialistas.