La reforma tributaria, que se aprobó el año pasado, exoneró al empresariado colombiano de cancelar los llamados parafiscales que iban a las arcas del Sena, el ICBF y el régimen contributivo en salud. A partir del 1º de mayo no han vuelto a cotizar los empresarios, por lo cual, el Sena quedó dependiendo del presupuesto nacional para su financiación.
Entonces, la movilización tenía como objetivo llamar la atención de la ciudadanía y del pueblo en general sobre cómo la reforma tributaria está marchitando el Sena. Este proceso de desaparición va a perjudicar a una cantidad de estudiantes que pasan por esta institución, donde la educación es gratuita.
Las movilizaciones se condujeron desde todas las sedes de Bogotá hasta la Plaza de Bolívar. Allí hicieron una concentración y demandaron tanto del gobierno como del Congreso, medidas encaminadas a que se siga garantizando el presupuesto del Sena.
Lo más irónico del asunto es que la recién nombrada directora general, Gina Parody, dice que no están faltando los recursos, pero los alumnos y trabajadores están viviendo la realidad. Por eso, ellos van a seguir presionando y están evaluando una reunión de junta directiva para requerir un encuentro con la directora general y aclarar sus declaraciones infundadas.